Sumando, no Restando
"El hombrre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca" Lucas 6:45.
Cuando palabras soeces y cruentas son pronunciadas y dirigidads a otro/a, éstas son motivadas por ira,odio, sed de venganza y otras amarguras que están sembradas y bien arraigadas en el corazón de quien las dice. Estos ataques verbales entre personas que se llaman a sí mismas "cristianas" y se consideran lo mismo, gritan a todos lo que guardan por dentro, a veces muy celosamente, dando una mala imagen de cristianos.
Todos los humanos estamos cargados de pasiones, pero solo los débiles permiten que tomen dominio sobre ellos más a menudo de lo que deberian. El resultado de estos desequilibrios emocionales es la ofensa al prójimo, sin pena ni misericordia. Y por supuesto el daño a sí mismo a corto o largo plazo, a quien las pronuncia."La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos" Proverbios 18:21.
Cuando las diferencias de criterio rebasan los linderos de la situación por la cual se está discutiendo para invadir el peligroso terreno de lo personal, ahí es donde surge la ebullición pasional de los involucrados y comienza entonces el problema serio. Lo dos quieren tener la razón. Cada cual es celoso de su estima y cuando esta es herida, hay reacciones, en ocasiones, muy lamentables. Los cristianos no debemos tener razones, debemos tener bendiciones.
Hacer distinción entre la diferencia de actitudes, decisiones o posturas y la persona misma es de sabios. Yo puedo oponerme a la posición de alguien y atacar sus ideas sin neccesidad de ofender en lo personal al que difiere de mí. No es lo mismo decir, "Tu postura no es lógica" que decir, "Tú no eres lógico/a" No tiene el mismo efecto, "La decisión que tomaste es pésima", que, "Tú eres pésimo", o, "Tu critero carece de valor", que, "Tú no vales nada".
Aludo a este tema porque, cuando en una discusión se clienta el ambiente y sube la adrenalina, se recurre a estas indeseables y malas prácticas sin pensar que lo que empieza en una simple discusiónpudiera terminar en una experiencia desgraciada.
Cuidemos nuestras expresiones y velemos por darle a cada cual el respeto que se merece, aunque sus posturas y critrios sean diferentes a las nuestras. No olvidemos que no debemos hacer a los otros lo que no nos gusta que nos hagan a nosotros. Aprovechemos cada oportunidad en que diferimos, para crecer y madurar, no para menguar; sumando para nuestro bien, y no restando. Demos testimonio a todos de que aprendido a tomar autoridad sobre nuestras pasiones, evitando de que estas nos manejen como hojas que se lleva el viento.
"Mas yo os digo que toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella dará cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado" Mateo12:36-37.
ptr. Jaime Batista