Juan cap. 13: v 1 al v 3

Antes de la Fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de salir de este mundo para ir al Padre, así como había amado a los suyos que quedaban en el mundo, los amó hasta el extremo.

Hicieron la Cena. Ya el diablo había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, el proyecto de entregar a Jesús. Y él sabía que el Padre había puesto todas las cosas en sus manos, y que de Dios había salido y a Dios volvía.

ENSAYO:

Todo cristiano deberá estar preparado en todo tiempo para salir de este mundo e ir al Padre, pero mientras ese tiempo no se llegue, deberá reflexionar y meditar siempre en la Palabra de Jesús, ya que cada vez que lo haga sentirá su amor por él hasta el extremo, ese amor que les hará amar a sus semejantes también hasta el extremo, lo que les hará vivir plenamente en el Reino de Dios en la abundancia en este mundo y la vida eterna en el mundo venidero. Pero también es cierto que no faltará quien los convenza de seguir estando sometidos a las tentaciones de este mundo, y debemos de saber que todo eso debe de pasar para que el Hijo sea glorificado en nosotros al no sucumbir a ninguna tentación, para que lo que de Dios ha salido, vuelva a Dios.

Juan cap. 13: v 4 al v 8

Se levantó mientras cenaba, se quitó el manto, se ató una toalla a la cintura y echó agua en un recipiente. Luego se puso a lavarles los pies a sus discípulos y se los secaba con la toalla.

Cuando llegó el turno a Simón Pedro, éste le dijo: ¿Tú, Señor, me vas a lavar los pies a mí? Jesús le contestó: Tú no puedes comprender ahora lo que yo estoy haciendo. Lo comprenderás después.

Pedro le dijo: A mí nunca me lavarás los pies. Jesús respondió: Si no te lavo, no podrás compartir conmigo.

ENSAYO:

¿Qué nos parece esto? Después de lavarles los pies a los primeros discípulos en un acto de aparente humildad, llegó hasta Pedro, pero a éste le pareció impropio que Jesús le lavara los pies argumentando, que él como su discípulo, debería ser quien le lavara los pies a su Maestro, y Jesús le contestó que por el momento no podría comprender ese acto, sin embargo lo comprendería después, pero que si él no permitía que le lavara los pies no podría compartir con él de la cena ofrecida.

Pero: ¿Por qué lavarles los pies a sus discípulos? Este misterio podría ser revelado más adelante.

Juan cap. 13: v 9 al v 11

Entonces Pedro le dijo: Señor, si es así, lávame no solamente los pies, sino también las manos y la cabeza.

Jesús le respondió: Esto no es necesario para el que se ha bañado, pues está del todo limpio. Ustedes están limpios, aunque no todos. Jesús sabía quien lo iba a entregar; por eso dijo: No todos están limpios.

ENSAYO:

Así como Pedro aceptó que Jesús le lavara los pies por el ferviente deseo de poder estar en su presencia y compartir el pan y el vino en perfecta armonía en el amor y la unión con Dios, así mismo nosotros, si verdaderamente queremos estar en presencia de Jesús para compartir adecuadamente el Pan de Vida que es su cuerpo y el Vino Nuevo que es su sangre deberemos obedecer ese mandato, para que nuestros pies sean lavados de toda contaminación ocasionada por el amor a las cosas de este mundo y podamos estar en la tierra espiritual de Dios separando convenientemente sus cosas espirituales de las cosas materiales y las tradiciones religiosas de hombre, ya que estas nos siguen manteniendo encadenados a vivir en este mundo de acuerdo a normas, pensamientos, enseñanzas y mandatos de hombre en las cosas de Dios que no nos permiten mantenernos espiritualmente limpios de contaminación mundana.

Juan cap. 13: v 12 al v 17

Cuando terminó de lavarles los pies y se volvió a poner el manto, se sentó a la mesa y dijo: ¿Entienden lo que he hecho con ustedes? Ustedes me llaman el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros.

Les he dado un ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes. Porque, en verdad les digo: el servidor no es más que su patrón, y el enviado no es más que el que lo envía.

Pues bien, ustedes ya saben estas cosas. ¡Felices si las ponen en práctica!

ENSAYO:

Por eso es necesario poner mucha atención a lo anterior para no ser confundidos a creer en las cosas de Dios indebidamente.

Como nos podemos dar cuenta, después de cumplir con lo anterior Jesús les da a entender cuál es el significado de ello, en el que sus verdaderos discípulos deberemos despojarnos del manto de nuestra propia voluntad para mostrarnos humildes con nuestros semejantes, porque todos nosotros, al igual que Jesús, somos servidores del mismo Dios, entendiendo que el servidor no es más que su patrón, y el enviado no es más que el que lo envía.

Pero en estos momentos de reflexión y meditación en la enseñanza que Jesús comparte al hombre, se nos está dando el ver lo que otros por más que quisieron no vieron, y el oír lo que otros por más que quisieron oír no lo oyeron; Así, que abramos nuestros ojos espirituales en el alma y atendamos. Como podemos darnos cuenta, momentos antes del acto de lavarles los pies a sus discípulos, Jesús se despojó del manto material de su condición humana para cumplir con el lavatorio de los pies, para que así sus discípulos quedaran limpios de toda contaminación terrenal y pudieran pisar tierra espiritual de Dios para recibir de Jesús lo que de Dios viene. Este ejemplo nos da la enseñanza para que nosotros también recibamos este acto de fe en nuestras mentes como si él personalmente lo hubiera hecho, y compartirlo con aquellos nuevos discípulos de Jesús para que puedan separar lo espiritual de las cosas de Dios, de lo material y las tradiciones religiosas del hombre a través del estudio, reflexión y meditación en la Palabra de Jesús, porque al hacerlo, estarán despojándose de su manto material para ser lavados sus pies para entrar al mundo espiritual de Dios y se ubiquen adecuadamente en el orden y propósito de Dios al colocarse el manto espiritual sobre ellos. Por eso Jesús nos dice: Ustedes ya saben estas cosas. ¡Felices si las ponen en práctica!

Juan cap. 13: v 18 al v 20

No lo digo por todos ustedes, porque conozco a los que he escogido, y se va a verificar lo dicho por la Escritura: El que come el pan conmigo se levantará contra mí. Se lo digo de antemano, antes de que suceda, para que, después de sucedido, ustedes crean que yo soy.

En verdad les digo: el que recibe al que yo envío, a mi me recibe, y el que me recibe a mi, recibe al que me envió.

ENSAYO:

No todos los que somos participados de este acto de fe, seremos lo suficientemente fuertes para resistirnos a las tentaciones a las que nos veremos expuestos, ahora, con mayor intensidad, y eso podría regresarnos a tradiciones religiosas en la cuales se combina la enseñanza que Jesús nos comparte, con normas y enseñanzas y mandatos de hombre, en un intento indebido por adaptarla a los tiempos actuales, sin siquiera pensar que todos los tiempos son actuales en Jesús y su Palabra como la voluntad de Dios, por eso Jesús dice: "El que come el pan conmigo se levantará contra mi.

Estas palabras están dirigidas a todos los que no están siendo fieles a su enseñanza, pero, cuando se den cuenta de ello, creerán en la verdad de su Palabra y creyendo en verdad que Jesús es el enviado de Dios recibiéndolo en sus corazones, y cuando sean enviados por él a las naciones para hacer discípulos, todos los que los reciban, estarán recibiendo a Jesús, y el que reciba a Jesús, estará recibiendo al Padre que lo envió.

Juan cap. 13: v 21 al v 32

Después de decir estas cosas, Jesús se conmovió y dijo con toda claridad: En verdad les digo: uno de ustedes me va a entregar. Los discípulos se miraban unos a otros, pues no sabían a quién se refería. Uno de ellos, el discípulo a quien Jesús más amaba, estaba recostado junto a él en la mesa. Simón Pedro le hizo señas para preguntarle a Jesús de quién hablaba.

El discípulo se inclinó sobre el pecho de Jesús y le preguntó: Señor, ¿quién es? Jesús le contestó: Voy a mojar un poco de pan, al que se lo de, ese es.

Mojó un poco de pan en la salsa y se lo pasó a Judas, el Iscariote, hijo de Simón. Cuando judas tomó el pan, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo pronto.

Ninguno de los que estaban a la mesa comprendió por qué Jesús le decía eso. Como Judas llevaba la bolsa, algunos creyeron que Jesús quiso decirle: Anda a comprar lo que falta para la fiesta. O bien: Anda a dar algo a los pobres.

Judas se comió el pedazo de pan y salió inmediatamente. Era de noche.

Cuando Judas salió, Jesús dijo: Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en él. Y si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará, ¡y pronto lo glorificará!

ENSAYO:

Jesús sabe quién y conoce al que lo va a traicionar, pues éste es el que desprecia el mensaje que le invita a conocer su verdadera identidad en Dios, prefiriendo los favores de los hombres con los cuales está identificado porque no ha querido ser liberado de las cadenas a las que el Tentador lo tiene prisionero para que entregue a los hombres a Jesús y su Palabra para hacer lo que más les conviene de su enseñanza según intereses materiales y tradiciones religiosas, aprovechando esto que ha permanecido en este mundo para seguir manteniendo al hombre con vendas gruesas y negras para que no pueda ver más allá de lo que el Tentador quiere que vea, impidiéndole ser fiel a Jesús y a su enseñanza para que no crea en él como dice el Nuevo Testamento y él no lo salve. Y si como Juan preguntáramos: ¿Quién es? Jesús dirá a través de su enseñanza: Ese que ha contaminado mi enseñanza con normas, enseñanzas y mandatos de hombre dejándose dominar por lo material y las tradiciones religiosas, ese es; es aquel que ha permitido ser colocado nuevamente en las tinieblas de la noche, es ese que dice, que las ofrendas y limosnas que recibe de quienes se reúnen en sus congregaciones las ocupa para repartirlas a quién las necesite sin que esto sea realidad, o comprar cosas para el Templo o terrenos para construirlos, diciendo a sus seguidores que todo lo logrado es porque Dios así lo quiere y lo aprueba y que además todo le pertenece a él, sólo que esos terrenos o construcciones no están a nombre de Dios o de Jesús sino a Nombre de Asociaciones religiosas o a nombre de particulares, y esto no tiene nada que ver con las cosas espirituales de la voluntad de Dios sino a los intereses materiales de la voluntad de hombre.

Por todo esto y por mucho más, es por lo que saldrá a la luz a quién se le compartió el Pan de Vida verdadera por medio del estudio, reflexión y meditación de la enseñanza de Jesús y que sin embargo lo contaminó con cosas y pensamientos de hombre.

Pero no podemos hacer nada por impedirlo porque éste ya ha sido enviado a entregar a Jesús y su Palabra para hacer de su enseñanza conforme la conveniencia material de hombre y sus tradiciones religiosas, sin guardar y enseñar a cumplir la Palabra de Jesús como la indiscutible voluntad de Dios.

Es sumamente importante que entendamos muy bien lo dicho anteriormente para no ser confundidos y tentados a desviarnos de la fidelidad en la Palabra de Jesús, por eso no debemos de involucrarnos en las normas y enseñanzas y mandatos de hombre y sus tradiciones religiosas que nos haría despreciar la enseñanza de la Palabra de Dios que nos es transmitida a través de Jesucristo, ya que él es el único medio para llegar a Dios.

En esto será manifestado el poder de Dios. Todos los fieles discípulos de Jesús que guardan y enseñan a cumplir su Palabra con fidelidad lo estarán glorificando, y al hacerlo estarán glorificando a Dios, y si glorifican a Dios aceptando a Jesús como su Señor y Salvador como la voluntad de Dios, Dios los glorificará, y Dios no tardará en hacerlo.

Juan cap. 13: v 33 al v 35

Hijos míos, yo estaré con ustedes por muy poco tiempo. Ustedes me van a buscar. Les digo ahora lo mismo que les dije a los judíos: no podrán ir a donde yo voy. Les doy este mandamiento nuevo: que se amen unos a otros. Ustedes se amarán unos a otros como yo los he amado. Así reconocerán todos que ustedes son mis discípulos: si se tienen amor unos a otros.

ENSAYO:

¿Por qué Jesús les dice lo anterior a sus discípulos? Porque se acercaba la hora en que debería regresar al que lo envió, y nosotros como ellos en su momento, no podremos ir a donde él va hasta que también nos llegue la hora de estar con él, y mientras tanto se llegue la hora, guardemos sus mandamientos según constan en la Escritura del Nuevo Testamento para que siempre nos encontremos preparados para ir a donde él, y como su Palabra es amor que perdona y no Ley que condena y castiga, guardemos como preciada joya el amarnos los unos y los otros como Jesús nos ha amado, porque si nos amamos los unos a los otros y amamos también a los que no nos demuestran amor, todos podrán ver el rostro de Jesús y así sabrán que somos sus verdaderos discípulos.

Juan cap. 13: v 36 al v 38

Simón Pedro le dijo: Señor, ¿a dónde vas? Jesús le respondió: Donde yo voy, tu no puedes seguirme ahora, pero me seguirás después. Pedro le dijo: Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Estoy dispuesto a dar mi vida por ti. Jesús respondió: ¿Tú dar tu vida por mí? En verdad te digo: antes que cante el gallo, me habrás negado tres veces.

ENSAYO:

Estas palabras refuerzan lo que Jesús dijo anteriormente acerca de que no podríamos seguirlo ahora en su hora pero que más adelante lo seguiríamos, ya que como Pedro, seguiremos siendo probados en la fidelidad a Jesús y su enseñanza, pues a pesar de estar dispuestos a dar un cambio en nuestras vidas de ciento ochenta grados para seguir su ejemplo, lo negaremos también tres veces antes que su Luz brille intensamente en nosotros.