No pierdas el tiempo
repasando el ayer,
ni acercando a tu memoria
los rostros de aquellos
que un dia te hicieron daño.
Esfuerzate por acercar a tus dias
tus mejores anhelos
y mencionar a Dios
todas aquellas cosas
que necesitas reparar en tu ser.
No te angusties
por todo aquello que hayas perdido,
porque Dios tiene el poder
de hacer nuevas todas las cosas,
darte nuevos huesos
y dias de plenitud.