Incapaz
"Pues cuando nosotros éramos incapaces de salvarnos, Cristo a su debido tiempo, murió por los malos." Romanos 5:6 "
La
incapacidad es un tema terrible. No nos damos cuenta de lo difícil que
es la vida hasta que tenemos un problema. Los chicos zurdos, en el
colegio no tienen pupitres. Todos están fabricados para diestros. Los
que somos diestros no nos damos cuenta, pero los zurdos sufren.
Alguien
en silla de ruedas no puede transitar por las veredas. Porque están
rotas, les faltan baldosas, no tienen las bajadas, el cordón esta muy
alto. No nos damos cuenta porque tenemos dos piernas, pero se hace muy
difícil.
Cruzamos a diario la calle mirando el
semáforo, pero los invidentes no pueden ver. Y por eso tienen que
esperar que alguien los cruce para evitar un accidente. No hay semáforos
para ciegos.
La incapacidad no da tregua. No se va de vacaciones, y
no exige más de lo que podemos dar. No hay solución para esto.
Dependemos siempre de terceros. Peor cuando la incapacidad es
permanente. Sabemos que no hay arreglo, y que tendremos que vivir con
eso toda la vida.
Es muy triste saber que el mal que vivimos hoy, no
tiene solución y que estamos condenados a padecerlo toda la vida.
Angustia y entristece. Nos deja solos y desamparados. Saca la esperanza y
cansa el alma.
Dios sabe esto. Sabe lo
terrible que es vivir con una mochila de adoquines y no poder sacársela
nunca. El sabe que nuestro pecado es nuestra peor incapacidad. Y que nos
condena al peor de los males.
El pecado mata, y nos aleja de Dios.
NO teníamos manera de sacarnos ese mal. No había manera de evitar las
consecuencias nefastas del pecado. Necesitábamos ayuda porque solos no
podíamos.
Y ahí
interviene Jesucristo. El suple nuestra incapacidad. El arregló nuestra
relación Dios y nos saco el pecado. El nos perdono cuando estábamos
condenados. El nos dio vida cuando estábamos muertos. El nos dio amor
cuando merecíamos castigo.
No te olvides de agradecerle a
Jesucristo cada día por esta muestra de amor increíble. Que la rutina
del cristianismo cotidiano, no te haga perder de vista la grandeza de
esta obra suprema de amor. Cristo nos libró de nuestra incapacidad.
Eres capaz con Jesús.
GRACIASA AL HERMANA SILVIA RODRIGUEZPOR EL FONDO