Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte, ¿Qué recibiremos por ello? (Mateo 19:27)
Este pasaje narra el encuentro del Maestro con el joven rico y el subsiguiente debate que esto produjo con sus discípulos. Mi reflexión sobre este pasaje, por la inmensa mayoría de los seguidores de Jesús bien conocido y bien estudiado, no se ha centrado en la historia de aquel hombre sino en el posterior debate.
Aveces me pregunto si Pedro no es un arquetipo del genero humano y sus reacciones. Un arquetipo es una representación de la realidad. Pedro pone palabras a lo que muchos pensamos o sentimos con relación a Jesús y lo hace en más de una ocasión.
En la que nos ocupa refleja la motivación con la cual, en ocasiones, nos acercamos a Jesús, a saber, la ganancia que obtendremos de ello. Porque, al fin y al cabo, de que sirve acercarse al Maestro si no recibimos nada a cambio. Si, ya sé que todos nos acercamos a Jesús en espera de la recompensa celestial de la vida eterna pero, al margen de ello o, además de ello, todos nosotros tenemos altas expectativas de lo que deseamos como justa retribución por nuestra entrega y seguimiento del Señor.
Es posible que esperemos prosperidad, salud, poder, prestigio u otras cosas. Tal vez no lo deseemos para nosotros mismos, pero si para los nuestros. Tenemos expectativas que de no cumplirse nos van a llenar de frustración, resentimiento y amargura. Es interesante que Jesús habla de retribuciones futuras pero nunca terrenas. Es curioso que al joven rico, precisamente, le diga que venda todo para poderse hacer tesoros en los cielos.
Al fin y al cabo no debería de extrañarnos lo más mínimo pues Jesús nos invita a seguirle para complicarnos la vida, no para simplificárnosla, pues eso es lo que implica el gran privilegio de ser un agente de restauración en un mundo roto.
Haz un acto de honestidad ¿Qué esperas recibir de Jesús a cambio de haberlo “dejado todo”?
FELIX ORTIZ