Me heriste absorbiendo el aire,
quitándolo de en medio
con el crepúsculo adueñándose de tu figura
en mis ojos te cincelaste
a fuego lento.
Me heriste, me traspasaste aún antes
de tocarme un solo pelo .
Catalizador de ignición,
trocaste hielo en fuego
sin tiempo de reacción.
Con las armas levantadas
pusiste bandera a mis fronteras
derrumbaste los muros
y atracaste también en mis bodegas .
Deshiciste en mi boca
el suave palpitar de las corrientes
desgusté, agridulce,
la sangre de tus venas.
Y yazgo traspasada por el filo de tu daga,
convaleciente mi anhelo
merodeando tu alma.
ETERNAMENTE TUYA
STELLA MARIS