DISTANCIA DE DOS
¿Desde dónde surgiste para encender la llama sobre la nieve sola? ¿Desde dónde los suaves besos se levantaron sobre tu piel perdida, enamorada sombra de unos días lejanos?
Cuando hacia ayer subimos, bajaba tu silencio de la nieve y los ríos. No teníamos nada sino un pasado apenas dibujado en el cuerpo y un encuentro de estrellas dormidas en las manos.
Tiembla el viento en la noche, tiembla otra vez la noche bajo el ansia que vuelve. Temblabas de nostalgia. Amor, hasta la muerte la noche se hizo tenue, se hizo larga caricia sobre tu pelo amargo.
Lo distante es aquello que apenas ha pasado. Por eso nombro ahora la primavera lenta que subiste cantando, sin nada más, con viento sobre la enamorada distancia de los campos.
No sé, no sé hasta dónde quedaré repitiendo tu nombre, la mirada de tus ojos distantes, fugaz entre la dura cordillera de nieve, presente ausencia apenas derramada en mi brazo.
No sé, no sé hasta cuándo durará la distancia y ese espacio de adiós dormido en tu garganta. No sé, no sé en qué tiempo se hará ceniza y humo, amor, bajo la noche, todo lo que juntamos.
Arteche Miguel
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