Oigo débiles latidos de un corazón que solloza en silencio desde el cielo, y ella, la tierra, nuestra madre suspira, siempre abrigando a toda vida y lentamente ya enferma, se sacude
desde sus adentros sé que sufre.
nosotros los soñadores desde antes sin darnos cuenta olvidamos defender la magia que su amoroso vientre ofrecía, nosotros, los que desoír preferimos la injuria devastadora de la codicia
de algunos muchos, imaginando
que no importaba por que no existía
ni peligro , ni afrentas a ella, la tierra.
Hoy, oir el llanto de los seres
perdiendo a los que tanto aman
y creer que es invierno en el verano
se vuelve día a día casi una costumbre.
algún dia esos sueños y esa magia tal vez aún alcanzarnos pueda por que tiene la naturaleza del amor
en su vientre vivo, aún fecundo el amor que necesita de ti y de mi,
amor en acción que cura y engendra vida
AUTOR: Lourdes.
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