Fernando Blasco Carratalá (cirujano)
Fernando Blasco CarrataláJosé Salguero DuarteJueves 18-03-2010
http://salgueroduarte.artelista.com/Salvar vidas, es de lo más noble que cualquier ser humano puede hacer, siendo lo que realiza diariamente el eminente cirujano Fernando Blasco Carratalá, desde que con diecinueve años fuera el primer ayudante de un cirujano jefe.
Los que lo tenemos entre nuestros elegidos al ser serio, responsable y formal, somos conocedores de algunas de sus obras humanitarias realizadas a personas de pocos recursos económicos. Y del mucho tiempo que le dedica a la medicina y a la cirugía.
Y, a pesar del gran aporte médico que realiza a la humanidad, para nada se le ha subido a las hombreras su gran saber, estar y entender, al brotarle de sus manantiales los principios esenciales de todo hombre de bien.
Por lo tanto, como en esta vida se cosecha lo que se siembra, él recibe diariamente el cariño, respeto y admiración de sus pacientes, base fundamental de cualquier profesional de la medicina.
En diciembre pasado, necesité ser reconocido por un cirujano, para que me realizara varias intervenciones quirúrgicas. Y decidí que fuera Fernando el que me operara, debido a la garantía que me ofrecía su alto prestigio médico alcanzado.
Siendo tres las pequeñas intervenciones que me ha realizado, dos de ellas en la Clínica Novo Sancti Petri de Chiclana, donde recibí de los profesionales de dicha clínica un correctísimo trato.
Y a pesar del pánico que me produce el pinchazo de una aguja, debo destacar la paz y armonía que me transmitían en el quirófano el equipo de enfermería de don Fernando. Percibiendo también el exquisito talante con el que se dirigían a él antes, durante y después de mis operaciones.
Estimados lectores, los que seguís mis tribunas libre de opinión cada jueves en El Faro Información desde hace bastantes años, sois conocedores que no me ando por las ramas para denunciar a través de la libertad de expresión, los muchos atropellos que se cometen contra las clases menos favorecidas del pueblo llano, honrado y trabajador.
Pero, en momentos puntuales como estos, no se me caen las alforjas, para reconocer y destacar que Fernando Blasco Carratalá se merece por mi parte este reconocimiento, al vivir por y para el bien de la salud y de la vida de los demás.
Agradecimiento, que hago extensivo a su esposa Ana María León y a su secretaria Lola Poyatos, por la gran labor que realizan atendiendo a cuantos pacientes visitan la consulta.
Quisiera también, enaltecer la memoria del padre de don Fernando, en nombre de las muchísimas personas que ha intervenido Fernando salvándole la vida, por no permitirle que fuera torero, obligándolo a que estudiara la carrera de medicina.
Porque, con ocho años ya jugaba Fernando con un saco a los toros en la calle Sáenz Laguna de Algeciras. Y su abuelo lo llevaba de la mano a ver los festejos taurinos nocturnos, que se celebraban en la desaparecida plaza de toros La Perseverancia.
Pero, ese sueño suyo se hizo realidad y siendo una alta institución de la medicina, alcanzó un rotundo éxito como aficionado práctico, cortándole las dos orejas y el rabo a un encastado, bravo y noble animal. Proclamándose el máximo triunfador del Festival Benéfico Navidad con Amor, celebrado en la plaza de toros Las Palomas el 11de febrero de 2007, en el que actuaron diferentes matadores de toros.
Y, si conservo el aroma y templanza de las yemas de sus dedos con los bisturís lidiándome en esas intervenciones quirúrgicas. Aún recuerdo la exquisita faena llena de torería que realizó tanto con el capote como con la muleta, formando un gran lío poniendo al público en pie.
Pero tras la triunfal vuelta al ruedo y besar el albero, hizo usted don Fernando Blasco Carratalá lo mejor para la medicina, la ciencia y para la humanidad, que es cortarse la coleta como aficionado práctico del toreo. Por lo tanto, gracias y suerte maestro. |