Pensamiento del 30/04/2010.
"Todo el universo creado, todas las manifestaciones de la vida y
de la naturaleza son obra de dos principios, masculino y
femenino. Y estos dos principios son un reflejo, una repetición
de los dos principios divinos creadores: el Padre celestial y la
Madre divina. En realidad, incluso el Padre celestial y la Madre
divina no son Dios mismo: deben ser comprendidos como dos polos
salidos de un principio único, lo Absoluto, lo No Manifestado,
que la Cábala denomina Ain soph Aur, «luz sin fin».
Se dice que el ser humano ha sido creado a imagen de Dios, es
decir a imagen de estos dos principios: cada uno posee por tanto
una parte masculina y una parte femenina. Según sea hombre o
mujer, una es visible y la otra está escondida, pero la que no es
visible está sin embargo presente. Cada mujer es mujer en su
cuerpo físico, pero interiormente posee el principio masculino. Y
viceversa, cada hombre es hombre en su cuerpo físico, pero posee
en su interior el principio femenino. Si conocéis esta ley de la
polaridad y si sabéis cómo utilizar los dos principios, masculino
y femenino, emisivo y receptivo, positivo y negativo, podréis
resolver todos los problemas de la vida."
Omraam Mikhaël Aïvanhov