Si el actual sistema político español, es de los menos malos posibles, apañados estamos porque desconozco, si a usted le llega la misma pestilencia política que a mí, porque ni taponándome las fosas nasales, evito que esa fetidez penetre avinagrándome las dulzuras. Pero, ni se imaginan como hiede políticamente Andalucía. Siendo un hedor similar al de las cloacas, zahúrdas y axilas abandonadas por la higiene a las tres de la tarde, cara al sol, en pleno agosto sevillano.
Si no soporto esa emanación política andaluza, es porque para destruir a un pueblo hay que hacerlo atacando a su cultura, a la familia y a los demás pilares fundamentales de la esencia que los sustentan. Y esa ha sido probablemente la táctica empleada contra Andalucía desde el inicio de esta democracia, no sólo desde la capital de los reinos en Madrid, sino desde la Junta de Andalucía en el Palacio de San Telmo.
Palacio, al que bauticé hace años como el de San Timo, porque a pesar de la crisis económica que padece el pueblo andaluz, con una tasa de desempleados superior al 12% sobre la media nacional (20%), provocando que muchas familias carezcan hasta de los alimentos básicos para subsistir. La Junta de Andalucía se ha gastado en rehabilitar el palacio 46,6 millones de euros (unos 8.000 millones de pesetas).
El Rey Sol que llevó a cabo ese descomunal despilfarro, fue el ex presidente de la Junta de Andalucía Manuel Chaves. Al que considero el mayor atilas de la política andaluza en este periodo constitucional, al haber vendido al pueblo andaluz al mejor postor, siendo el último hecho el cobro en especies de la deuda histórica.
Político, que tras dejar bien acomodados a los suyos y a Andalucía arrasada, huyó resguardándose en las ubres de los pechos de La Moncloa. Siendo nombrado por Rodríguez Zapatero, vicepresidente del actual Gobierno español socialista.
Por lo tanto, soy consciente de la manifiesta realidad andaluza, porque los treinta años con el PSOE en la Junta de Andalucía, no han sido buenos para los intereses del pueblo andaluz. Porque los socialistas han tramado una tela de araña política y funcionarial afín, similar a las que llevan a cabo los totalitaristas. Y es por lo que cualquiera sin ninguna cualificación ideológica, pero dócil y fiel a los dictados de la ejecutiva socialista correspondiente, les vale para concejal, alcalde...
Estimado lector, a tenor de la corruptela existente en la política española, ciertos vagos llenos de envidias, odios, rencor y miserias accedan a la política mendigando el voto, no para servir al pueblo sino para servirse y hacerse ricos en el menor tiempo posible, comportándose como viles escorias rateras de guante blanco.
Gentuzas que se creen señores, a pesar de que cuando se convierten en tiranos destruyen sin ninguna cordura. Y dictan normas y leyes sin la más mínima intención de beneficiar al pueblo, al actuar ansiados por bastardos objetivos. Y si además una parte considerable de la población es cegata, sumisa y pasiva la manejan como a borregos.
Pero a los que les duele este sangrar, como es mi caso al ser un libre pensador sin ataduras de tipo alguno. Si algún político no hace las cosas bien se lo digo razonadamente sin abaje. Pero, los obtusos, al no aceptar las críticas al carecer de ética y de dignidad política te ponen contra ellos. Y te hacen sentir estar enrejado lo mismo que los jilgueros en las jaulas.
Porque, entre las mayores opresiones del poder político se encuentran el confinamiento, la reclusión y el aislamiento de las libertades de cualquier ciudadano, que no acepta las arbitrariedades partidistas, injustas y antidemocráticas. Y es por lo que con bastante frecuencia me pregunto, si cierta izquierda progresista y socialista española es libertad, porque imponen tácticas represoras similares a fascistas reaccionarios de la derecha y de regimenes retrógrados de la antigua URSS. |