Yo presidente del Gobierno español
José Salguero Duarte
Jueves 10 de abril de 2010
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Si fuera el actual presidente del Gobierno, expondría claramente al pueblo la verdadera situación que atraviesa España, tras la grave crisis motivada principalmente por los despilfarros y el desgobierno reinante socialista del PSOE. Por lo cual, pondría en funcionamiento las siguientes medidas de choque con carácter de urgencias:
Retiraré las subvenciones a CCOO y UGT. Cesaré fulminantemente a todos los asesores. De la asignación anual que el Gobierno concede a la Casa Real Española, será recortada en quinientos millones de pesetas en 2010. Y tanto los ministros como yo nos bajamos el sueldo, primas, comisiones, dietas, asignaciones especiales… el 50%. Se anulará la mayoría de los teléfonos móviles, así como las dietas a concejales, diputados… por asistencia a comisiones y plenos...
Haré un ajuste ministerial eliminando: Vicepresidenta y ministra Económica Elena Salgado, vicepresidente y ministro de Política Territorial Manuel Chaves, ministra de Igualdad Bibiana Aido, ministro de Trabajo Celestino Corbacho, ministra de Cultura Ángeles González-Sindel, así como otros ministerios y subsecretarias que tengo en mente, cuyas asignaciones millonarias pasarán a formar parte de la bolsa para potenciar el poder adquisitivo de las pensiones y fomentar empleo.
Ellos, sus maleteros, bronceadotas y el resto de los funcionarios adscritos, pasarán provisionalmente a formar parte de pelotones de trabajadores en retenes contra incendios, en limpiezas de cunetas y calles especialmente en ciudades turísticas. Las funciones de los ministerios eliminados serán realizadas por Pepe Blanco -no el de los cociditos madrileños- sino el ministro de Fomento, Rubalcaba, María Teresa y yo.
Suprimiré la mitad de los vehículos oficiales. Haré una exhaustiva reforma de los puestos de trabajos de los funcionarios. Y despediré a todos los que accedieron al cargo a través de tráfico de influencias, como probablemente ocurriera con la hermana de la Princesa Leticia en el Ayuntamiento de Barcelona. Así haré también con los que no produzcan o parasiten. Calculando que serán alrededor de medio millón los que hay que despedir de los diferentes entes locales, autonómicos y estatales.
En el Congreso de los Diputados, propondré ante la Cámara una urgente reforma de la Constitución Española. Y expondré entre otras medidas la eliminación de la Monarquía Española, el Senado, las Diputaciones Provinciales, el Defensor del Pueblo, las subdelegaciones del Gobierno estatales y autonómicos, mancomunidades municipales como la del Campo de Gibraltar. Y cuantos estamentos de cualquier orden que se sustentan con dinero público, cuyas funciones son o deben ser realizadas por organismos estatales, autonómicos o locales.
Le retiraré a la Iglesia el tanto por ciento asignado en las declaraciones de las rentas. El Gobierno central y los autonómicos no costearán con dinero público las visitas del Papa a España.
Unificaré las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para evitar duplicidad de competencias, remunerándola adecuadamente. Reduciré los gastos militares a la mitad el presupuesto actual. Haré una reforma laboral y no permitiré contratos basuras. Propondré una reforma electoral de cara a las elecciones municipales del próximo año, para que los ciudadanos puedan elegir en listas abiertas a sus alcaldes. El más votado ejercerá como primera autoridad municipal; cargo que realizará altruistamente, aunque a modo de ayuda se les concederá mensualmente el sueldo mínimo interprofesional.
Eliminaré el PER, ya que a un pueblo como el andaluz las limosnas no lo dignifica, pero si poner en marcha sus muchos recursos. Se eliminarán las millonarias campañas despilfarradoras similares como las recientes sobre el PlanE, las bolsas de plásticos y el proyecto de hacer del árabe como la segunda lengua oficial en Andalucía.
El que mangue a través de facturas falsas u otros chanchullos, será juzgado en patíbulos públicos, y el condenado se enjaulará en cárceles de máxima seguridad, con derecho a un bis a bis conmigo para recitarle poemas cada sábado sabadote. |
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