Me gustó tu poesía, Mujer Niña, y, como ocurre a veces, la poesía llama a la poesía. Tus versos agitaron mi inspiración y brotaron estos otros que aquí expongo, dedicados a ti, musa inspiradora. Sucede a veces que nos encontramos vacíos, sin ilusión, no somos capaces de ver más allá de la superficie de las cosas y situaciones que nos rodean, hemos perdido la capacidad de soñar.
Se me han ido los sueños,
me han desaparecido,
todo el material se ha ido
no quedó ni el más pequeño.
Quedé solo de repente,
extrañado y aturdido,
sintiendo sólo el sonido
de la realidad en frente.
El sol me cayó de plano
como enmedio del desierto,
el cuerpo nada cubierto
y una cadena en la mano.
Sólo ruidos y razones,
análisis aburridos,
muchos sitios recorridos
con muy pocas direcciones.
¡Volved mis sueños! os llamo,
por ver detrás de las cosas
su lado oculto de rosas,
devolvedme a quien tanto amo.