Estimada Oda Me enteré del deceso de tu mamá y busqué algo que realmente pudiera significar mis respetos hacia ella. Encontré a Borges y me pareció muy formal en:
Habré de levantar la vasta vida que aún ahora es tu espejo: cada mañana habré de reconstruirla. Desde que te alejaste, cuántos lugares se han tornado vanos y sin sentido, iguales a luces en el día.
Tardes que fueron nicho de tu imagen, músicas en que siempre me aguardabas, palabras de aquel tiempo, yo tendré que quebrarlas con mis manos. ¿En qué hondonada esconderé mi alma para que no vea tu ausencia que como un sol terrible, sin ocaso, brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea como la cuerda a la garganta, el mar al que se hunde.
autor: Jorge Luis Borges
Después de leerlo, me gustó pero me pareció distante
y recurrí a Mario Benedetti, un hombre lleno de vida y extraje unas frases;
Podés querer el alba cuando quieras he conservado intacto tu paisaje podés querer el alba cuando ames venir a reclamarte como eras aunque ya no seas vos aunque mi amor te espere quemándose en tu azar y tu sueño sea eso y mucho más esta noche otra noche aquí estarás
Seguí dando vueltas pensando en tu madre
y encontré algo que seguramente estará pensando (si fuera posible) sobre ti:
Ahora soy felíz porque siempre te veré. Nunca de tí me apartaré …
Cada vez que veas un arcoiris … me verás, cada vez que vuelen las palomas … conmigo volarás y cada vez que me llames … mi voz escucharás.
Eres parte de mí: La continuación de mi historia, de mi amor, de mi felicidad…
Mientras sigas sonriendo y palpitando, mi corazón seguirá viviendo y para tí como el pájaro, seguiré cantando…
|