Las ramas han perdido fuerza ya
y van quedando pocas hojas por caer.
Un duro invierno viene y el amor
se apaga con el frío del atardecer.
Dos copas hay, y un lugar vacío frente a mí.
Ya es un hecho, mi soledad,
debo esforzarme para comprender que hoy
no estás más junto a mí.
Qué fría es esta noche para mí,
es muy difícil dominar la depresión.
Camino por el parque y son las mil,
y la llovizna me recuerda tu calor.
Es tentador,
enfrente mio el vaso de licor.
Y día a día te extraño más
y cada noche es un tajo en mi corazón
¿por qué no estás aquí?
No he querido a nadie como a tí,
y hoy a nadie extraño como a tí.
Quiero detener mi corazón,
quiero darle fin a mi dolor.
Tal vez mañana brille el sol
y su calor permita que en mi existir
vuelva la ilusión de nuevo junto a mí.