G. R/AGENCIAS. PALMA/NAIROBI. La Unesco decidió ayer, durante la quinta sesión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, que tiene lugar en Nairobi (Kenia), incluir el Cant de la Sibil·la en su Lista Representativa, junto al flamenco, la dieta mediterránea, los castells y la cetrería. Instituciones y entidades de Mallorca aplauden una decisión que servirá "para poner en valor, conservar y proteger" esta dramatización del canto medieval del ciclo de Navidad que actualmente sólo pervive en Mallorca y el Alguer.
La Sibil·la es un canto profético que enriquece la noche de Navidad, antes de la liturgia eucarística. Proviene de un acróstico griego (siglo IV), que después San Agustín tradujo al latín, incluyéndolo en su conocido libro La ciudad de Dios. A partir del siglo X ya se puede encontrar el texto de la Sibil·la en diferentes lugares del Mediterráneo y, aunque inicialmente se cantaba en latín, a partir del siglo XIII se tienen documentadas las primeras versiones en catalán. Con la Conquesta, se incorporó la Sibil·la con la liturgia romana y el canto gregoriano a la celebración de la festividad de la Navidad en Mallorca.
La presidenta del Consell, Francina Armengol, y el conseller insular de Cultura y Patrimonio, Joan Font, expresaron su satisfacción por el reconocimiento de la Unesco y agradecieron el apoyo del Obispado de Mallorca y de todas las parroquias de la isla, así como de las entidades religiosas y laicas que han colaborado en la candidatura de la Sibil·la.
La inclusión de este canto en el listado de bienes culturales inmateriales de la Unesco es "una gran satisfacción" para el Consell, confesó Font, que culmina un "proceso largo" que comenzó en abril de 2009 y que acaba con "la mejor de las previsiones".
El conseller insular de Cultura también recordó a "todas aquellas personas que año tras año hacen posible la representación del canto de la Sibil·la en nuestras iglesias"
El Govern, por su parte, destacó que con la elección del canto de la Sibil·la se reconocen tanto la cultura como la lengua y las "arraigadas tradiciones" de Balears. El ejecutivo autonómico hizo pública su satisfacción "en nombre de la ciudadanía" de las islas y felicitó al Consell por el éxito de su propuesta.
La decisión de la Unesco, "de alcance internacional y sin plazo en el tiempo", es fruto del trabajo "incansable y entusiasta" de la institución insular a favor de este reconocimiento, que extiende nuestra cultura mucho más allá de nuestras fronteras, subrayó el Govern.
La Diócesis de Mallorca también quiso expresar su entusiasmo por el reconocimiento de un elemento de la liturgia cristiana navideña bien arraigada en la isla. La Iglesia de Mallorca, que desde antiguo ha hecho de la expresión espectacular uno de sus instrumentos más eficaces de evangelización, "se siente orgullosa de ser la depositaria ancestral de este drama litúrgico de alto contenido artístico y cultural, pero sobre todo religioso, valorando su fuerza expresiva, el contenido religioso, el valor emblemático cultural y la expectación y emoción que provoca en los fieles que participan de la celebración del misterio de la Sagrada Liturgia", expresó en un comunicado.
En nombre de los ciudadanos de Palma, Aina Calvo se sumó a las felicitaciones, señalando que este canto es "un gran orgullo para Ciutat y para Mallorca", al tiempo que recordó cómo "ha perdurado en el tiempo".
En un comunicado, ARCA afirmó que el canto de la Sibil·la es parte del patrimonio "de nuestra cultura" y "además durante los últimos años ha ido a más en cuanto a su popularidad".
"Esta popularización, conservando su pureza, es la mejor manera de respetar el patrimonio inmaterial", concluye la asociación.
El flamenco, los castells y el canto de la Sibil.la fueron presentados por España como candidaturas nacionales, con la implicación de las Comunidades Autónomas de Andalucía, Extremadura y Murcia en el caso del Flamenco; de Cataluña, para los Castells, y de Mallorca, para la candidatura de la Sibil.la.
En Mallorca también existe una comunidad castellera, representada en dos colles, la de los Al·lots de Llevant y los Castellers de Mallorca. La Obra Cultural Balear consideró el reconocimiento de la Unesco "un premio bien merecido" y recordó que son "un símbolo de la cultura catalana por su projección exterior y por ser una de sus expresiones culturales más admiradas internacionalmente".