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Camila:
Hace muchos años atrás, yo recuerdo que íbamos tomados de la mano por la calle y cuando los dos nos soltamos porque un poste que estaba al borde de la vereda se interpuso entre los dos, recuerdo que después de eso te volvía tomar de la mano y te dije que eso no me daba una buena corazonada, que había escuchado por allí que las parejas que hacían eso terminaban separándose.
Ese momento quedo grabado en mi memoria y eh aprendido a darle importancia a aquellos recuerdos que se graban de esa manera, porque me parecen muy simbólicos, recuerdo que después de eso nos volvimos a tomar de la mano y seguimos nuestro camino, pero el tiempo que nos soltamos, estuvimos muy unidos porque si bien no teníamos contacto físico nos manteníamos unidos por la mirada y por un sentimiento.
Sabes porque te cuento esto, te diré, porque me he dado cuenta Camila que vos y yo nunca nos separamos. Siempre nos mantuvimos unidos. Es decir estamos y estaremos unidos por una fuerza muy grande.
Ahora que veo nuestra historia, reconozco que han sido los veinte años más intensos de mi vida, con momentos hermosos y otros en los que el dolor nos permitió ver en que partes nos faltaba crecer yo como hombre y vos como mujer.
Sabes yo aprendí algo de la vida, el estado natural de todo en el universo es el amor, ósea que el amor es vida, y todo lo que nos aleja del amor es el miedo.
Aprendí que del miedo nacen expresiones como el odio, la cólera, los celos la envidia el egoísmo y todas las cosas dolorosas.
Cuando nos conocimos, recordamos que el amor era aquello divino que nos unía, nos enamoramos, nos amamos, procreamos a nuestro hijo y sentíamos que algo nos unía, pero en esa relación también se abrieron nuestros miedos, miedo a que habíamos perdido parte de nuestra vida por haber comenzado una relación con las responsabilidades que teníamos tan jóvenes
Añoranzas de ambos de cómo sería nuestras vidas si fuéramos solteros y sin las responsabilidades del hijo, y de la fidelidad a la pareja.
Miedo a que no podríamos vivir esa parte de nuestras vidas, y un día esos miedos fueron tan grandes de ambas partes que nos cargamos de odio, cólera y dolor; comenzamos una vida cargada de peleas, insultos, violencia y lo peor de todo: silencios. Amarguras que nunca se dijeron y que se fueron acumulando cerrando nuestros corazones.
No nos cuidamos cuando estuvimos enfermos o cuando necesitamos del otro, nos desvalorizamos y creo que comenzamos a ver que el crecimiento del otro, como una posibilidad de ser abandonados. Ósea quizás pensamos que el crecimiento profesional del otro amenazaba nuestra seguridad, por que al ser más independiente hacia posible que ya no me necesitaras y te fueras. Esto último es lo que yo sentí.
Un día hace poco más de seis años, el sistema de vida que teníamos entro en crisis y todo estalló. Nuestros miedos fueron tan grandes que se acabo nuestra relación. Te culpe por abandonarme, por ser feliz mientras yo me creía morir de miedo al abandono, de celos, de cólera.
Después de seis años de estar separados físicamente soy conciente que de todas las cosas por las que te culpe no fueron tu culpa, fueron y son estrictamente mi responsabilidad. Y que después de mi noche oscura del alma renací más niño, más viejo sabio, más tranquilo, más convencido del amor de Dios expresado en todo, en vos por ejemplo.
Gracias a vos, aprendí a acompañar a otras almas en este viaje llamado vida en sus noches oscuras del alma, gracias a vos maestra.
Hace unos días atrás me hablaste de cómo han sido parte de estos años en tu vida en la que estamos separados, de las relaciones que has tenido y que te has permitido vivir, me refiero a quien llamaste Manuel. Voy a confesarte que me conmovió profundamente y evidenciaron nuevamente mis miedos al abandono y los celos volvieron a tocar mi puerta, la cólera contra mi mismo por seguir sintiendo celos después de seis años de tanto trabajo personal y una profunda decepción por que no eres la mujer que dijiste y que yo quise creer.
Te volví a culpar de mi dolor y el miedo me hizo otra ves alejarme para protegerme, y no sólo de vos sino también de nuestro hijo, para protegerlo a el de un padre que en su rabia podría ser un demonio.
Yo te pregunte, ¿para que me cuentas esto? y vos me respondiste, -“Para que me perdones.”
Pero yo sentí que tu animo no era que yo te perdonara sino que querías lastimarme, porque siento que vos también estas cargada de dolor y cólera
Sabes, el otro día leí algunas cosas sobre el perdón, que me han servido mucho para seguir adelante, aprendí que el perdón no es un lugar a donde se llega sino un camino por donde se transita. Es por eso que muchas veces me pasa que creo que ya te perdone del todo pero surge otro tema u otra realidad que evidencia mis miedos y te vuelvo a culpar; luego de un tiempo otra vez asumo que es mi responsabilidad y me doy cuenta de tu inocencia.
Aprendí también que el perdón es privilegio de los perdonados, y el primero que me tiene que perdonar soy yo, sabes me necesito perdonar por muchas cosas, para estar tranquilo conmigo mismo, necesito perdonarme , por no haber sido un buen esposo, por no ser un buen padre, por no ser un buen hijo, por ser dormilón y desordenado. Y al fin recordar que soy inocente digno de ser amado.
A vos, Camila también te quiero pedir perdón, enumerar todas las cosas creo que no tendría sentido, Quiero pedirte perdón de corazón por la veces que no estuve a tu lado cuando me necesitaste, por esa conversación que esperaste y nunca se dio, por no haberte dado la seguridad económica y emocional que querías. Por ese salir a bailar que esperaste y que nunca llego, por no haber aceptado a tu madre como hubieras querido, por todas las cosas que te dolieron te pido me perdones y de corazón. Quiero contarte que aprendí que el perdón no es el simple olvido de lo que paso, sino encontrar al inocente que hay detrás de los miedos.
Quiero pedirte que busques al inocente que hay en mí, en nombre de ese amor que un día nos unió y que ahora se convirtió en un amor divino.
Quiero contarte que caminando por la senda del perdón, te he encontrado inocente de todo lo que en un momento de miedo te culpe.
Te culpe, por haberme abandonado, por haberme mentido. Pero en la tranquilidad del amor que me inspira me doy cuenta de tu hermosa inocencia, de la hermosa mujer maestra que has sido para mi vida.
Del gran regalo que has sido para mi vida. Te declaro inocente de todo cuanto te culpe porque reconozco que todo lo que viví no fue otra cosa que mi responsabilidad e incluso algo que yo decidí vivir para recordar la magia del amor.
No voy a decir, que no hay cosas que me dan miedo y me pongo en posición de culpador, pero el único camino posible es el perdón.
Me asusto de saber que tenes una vida en la que yo no soy parte y no se todavía como reaccionar ante el hecho que te estas dando la oportunidad de rehacer tu vida y que es bueno que busques un hombre para ser tu compañero, no te negaré que eso me da miedo, y ese miedo me lleva tener cólera, celos y resentimiento. Pero luego me recuerdo que sos inocente y me llega una paz que sólo se puede encontrar en el perdón.
Renuncio a culparte, reconozco tu inocencia. Renuncio a querer manipularte por la culpa. Te amo en libertad.
Últimamente, siento cuando te veo, que el miedo se a transformado en un sentimiento de tristeza muy grande, como si uno de los dos se hubiera muerto, es rara esa sensación. A veces recuerdo que yo me morí y que vos ya eras parte de una vida de otros tiempos, yo pensaba que podías ser un fantasma terrorífico que asusta mis días o mi Ángel de la Guardia, yo elegí que fueras lo segundo, mi Ángel de la Guardia.
Ahora me doy cuenta que nunca nos dejamos, que nunca nos abandonamos, que como en esa vez que nos soltamos de las manos por ese poste que se nos cruzó, nunca dejamos de estar unidos. Siento que no estamos unidos físicamente pero espiritualmente somos almas gemelas que nunca estaremos separados.
Se que en la cotidiana con los problemas cotidianos, todo esto que te digo puede ser muy poco práctico para vos.
Y que las pocas veces que nos vemos nos protegemos en silencios y huidas.
Desde la última conversación que tuvimos donde me contaste lo que habías vivido a quien llamaste Manuel no hemos vuelto a hablar, pero en las conversaciones posteriores que han sido muy pocas han salido tus reclamos por mi relación con Mariana
Si, creo que por ese lado ambos estamos cargados de dolor y resentimiento, razón por la que yo he optado por mantenerme en silencio, porque creo que una conversación en los momentos actuales podrían llevarnos a herirnos más. Yo no se si vos queres hablar sobre mi, sobre vos, sobre nuestros miedos, sobre nuestros perdones. Yo si quiero hacerlo, pero quiero hacerlo en un espacio en el que exista la intención de ambos de sanar heridas y si vamos a hablar de cosas dolorosas lo hagamos con el cuidado y respeto que eso merece.
Yo me he dado cuenta que de la misma manera como te trato soy tratado, si te trato con odio e indiferencia es probable que esa sea la manera como vos te relaciones conmigo. Y eso se aplica al revés por supuesto.
Sabes me gusta pensar que si los dos asumimos una relación en que la prioridad sea la sanación mutua mucho podremos lograr, abogando cada uno de nosotros por el inocente que esta al frente, y su vos no quieras hacerlo todavía yo lo haré por mi lado, es decir iré avanzando la tarea.
Los silencios, las conversaciones que nunca se dan pueden ser formas de violencia que duelen mucho, yo te pido que busquemos espacios de dialogo para sanar nuestras heridas y perdonarnos, cuando necesites ese espacio sólo tenes que pedirlo, bastará que digas “Fernando necesito hablar de mi o de vos”
¿Sabes para que escribo esto? Para buscar mi propia paz interior, porque en la inocencia tuya y mía encuentro la tranquilidad.
Ahora me doy cuenta que nunca nos dejamos, nunca nos abandonamos, sólo fueron lecciones que aprendimos.
Ahora, que he vuelto a nacer, y la prosperidad llega a mi vida y las personas me piden que haga esto publico , te pido entiendas quien soy yo, que ha mi hijo le doy todo lo que puedo emocionalmente y económicamente.
Y gracias a vos aprendí todas estas cosas de las que estoy escribiendo.
Por eso te dije esta navidad, que mas allá del bien más allá del mal, allá te espero. Allá donde esta Dios, y que sin ningún temor te puedo decir que te amaré por siempre y que este ya no es un amor de piel, sino de espíritu en Dios.
PDT: Después que le entregue ésta carta, la relación que teníamos que ya era bastante tensa, se volvió inexistente, supongo que ella está en un proceso de crecimiento y que bien por todos, siento paz al escribir éstas líneas.PRINCIPE |
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ME DEJASTES SIN PALABRAS .... CUANTO SENTIMIENTO ....
El perdonar nos permite ser felices y disfrutar la vida, ya que es de humanos equivocarse.
besos
oda |
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