Viñeta
La tortuga en el poste
“En Andalucía hemos sufridos cuarenta años del dictador Franco, y los treinta años que llevamos de dictadura democrática impuesta por el PSOE”
José Salguero Duarte Sábado, 22 octubre 2011
Mi amigo Manuel José, me remitió días pasados un e-mail titulado: La tortuga en el poste; el que copiado literalmente dice: “Un joven está paseando por la plaza de un pueblo y decide tomar un descanso. Se sienta en un banco y al lado hay un señor de más edad y, naturalmente, comienzan a conversar sobre el país, el Gobierno y finalmente sobre los legisladores y similares".
El señor le dice al joven:- “¿Sabe? Los políticos y demás, son como una tortuga en un poste". Después de un breve lapso, el joven responde: “No comprendo bien la analogía... ¿Qué significa eso, señor? Entonces, el señor le explica: “Si vas caminando por el campo y ves una tortuga arriba de un poste de alambrado haciendo equilibrio. ¿Qué se te ocurre?" Viendo la cara de incomprensión del joven, continúa con su explicación:
“-Primero: No entenderás cómo llegó ahí. -Segundo: No podrás creer que esté ahí. -Tercero: Sabrás que no pudo haber subido solita ahí. -Cuarto: Estarás seguro que no debería estar ahí. -Quinto: Serás consciente que no va a hacer nada útil mientras esté ahí. Entonces lo único sensato sería ayudarla a bajar".
El referido e-mail finalizaba con el siguiente comentario: “En las próximas elecciones, hagámoslo mejor, tratemos de que ningún animal suba al poste".
Admirado amigo, Manuel José, dudo mucho que en las próximas elecciones generales de España del 20N, el pueblo pueda impedir totalmente que algún animal político suba al poste. Porque las listas electorales, como bien sabes, son cerradas e impuestas por las diferentes formaciones políticas. Cuando lo más coherente sería que fueran abiertas, para que la ciudadanía pudiera elegir libremente a los candidatos.
No obstante, creo que a pesar de esa arbitrariedad tan antidemocrática. Según todas las encuestas más recientes, muchos del PSOE no subirán al poste del poder ni a través de esas artimañas, ya que el varapalo que está previsto sufran en las urnas será más que significativo, porque se vislumbra que el PP gane las referidas elecciones por mayoría absoluta.
Pero que no se confunda nadie, porque no las ganará el PP por méritos propios, sino por desméritos de los socialistas, porque peor no se puede gestionar y gobernar a un país, como lo han hecho en los ocho años que llevan en el poder, especialmente los cuatro últimos.
La alternancia en la política es saludable, para que ciertos animales políticos no la vicien y prostituyan. Como ha ocurrido en España y sobre todo en Andalucía, ya que hemos sufridos cuarenta años del dictador Franco, y los treinta años que llevamos de dictadura democrática impuesta por el PSOE.
Por consiguiente, como los animales van marcando sus territorios con sus orines. Los políticos también lo hacen con otras artes, para proseguir muchos de ellos disfrutando de tantísimos privilegios, a pesar de la poca o nula productividad que hacen por el bien del país.
Pero como la soberanía nacional reside en el pueblo, los ciudadanos tenemos de nuevo la oportunidad de eligir el 20 de noviembre, a los que nos han de dirigir en la próxima legislatura. Y si gana el PP hay que aceptarlo democráticamente y más en estos momentos que un cambio de Gobierno en España, debería de haber ocurrido ya hace un par de años. Porque ha quedado claramente demostrado que estos socialistas han estado dando palos a ciegas.
Pero nunca contra sus propios tejados sino presuntamente contra los del pueblo trabajador; asfixiándolo a bases de impuestos y de normativas retrógradas, las que nada han favorecido para potenciar el bienestar social, debido a que diariamente se destruyen decenas de puestos de trabajos. Porque tantos los políticos como sus afines centrales sindicales, se han encargado a lo largo de este periodo constitucional español, de destruir el tejido industrial.
Estamos, estimado lector, a un mes de la cita electoral, y las formaciones políticas continúan con su campaña electoral. La que intento obviar lo más posible, porque me exasperan ciertos charlatanes o mendigos del voto, al ser inadmisible entre otras lindezas, que al inicio de la misma el portavoz del PP, González Pons, prometiera si ganaban las elecciones la creación de 3.500.000 empleos.
Fanfarronada que de no cumplirse, le será más que recordada como ocurrió con los 800.000 empleos, que prometió el PSOE de Felipe González y Alfonso Guerra en el año 1982.
El líder del PP Mariano Rajoy por fin a la tercera de sus intentonas, es probable que consiga llegar al Palacio de la Moncloa. A Rubalcaba, sin embargo, le espera después de las elecciones, coger las maletas y abandonar la política dando paso a las nuevas generaciones socialistas. Porque ya sus proyectos y propuestas políticas no se la creen ni sus más allegados; existiendo numerosas corrientes internas que alzan la voz contra él, las que serán muy sonoras después del 20N, de producirse lo que espera que ocurra la mayoría del pueblo español.
Por consiguiente, Rubalcaba se encuentra presuntamente en una desesperada caza y captura en su particular campaña electoral, principalmente en busca de los votos de la inmensa mayoría de sus militantes socialistas y de cierta descafeinada izquierda. Pero el descontento e indignación sobre las políticas capitalistas es general.
Y aunque tenga a su favor los votos de sus cautivos políticos. No seré el que le dé a Rubalcaba mi apoyo por muchas artimañas que emplee para conseguir votos. Porque en el momento que se le da al pueblo la oportunidad de poder expresarse libremente, emito mi papeleta libre de ataduras, ya que más mentiras por su parte y la de otros muchos no cuelan.
Porque si ahora es posible que prometa hasta la luna, al tener soluciones para el pueblo español. ¿Por qué?, en los cuatro últimos años no ha puesto en marcha esas medidas, ya que su Gobierno ha batido el record con 5.000.000 de desempleados.
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