Las tijeras de los recortes de Mariano Rajoy del PP
José Salguero Duarte Lunes, 16 de julio 2012
Si pienso que determinados iluminados del poder político español de todas las jerarquías, creen estar por encima del bien y del mal. Es porque después de observar el discurrir de esos señores en este periodo denominado por ellos democrático. Es más que evidente, que cuando se encuentran en la oposición política, están detrás de la mata alineándose por conveniencia propia y la de sus siglas con las capas menos favorecidas, realizando toda clase de tretas y hasta comprando ciertas voluntades, con la única intención de alcanzar el poder en los comicios electorales más inmediatos.
Pero una vez que lo consiguen, como es el caso de Mariano Rajoy, el que tras conseguir la presidencia del Gobierno español, en poco más de seis meses que lleva dirigiendo a este país, ha demostrando más que sobradamente, cumplir literalmente la letra del fandango de 'El Cabrero' que dice: "Muchos prometen la luna hasta llegar al poder, y cuando arriba se ven, no escuchan quejas ninguna y te tratan con el pie".
El excelentísimo Mariano Rajoy ha actuado así junto a los suyos del Gobierno, y de las ejecutivas del PP contra los intereses generales de la población, hasta el punto, que en tan corto periodo de tiempo, están santificando políticamente a su antecesor en el cargo, el socialista del PSOE José Luis Rodríguez Zapatero. Político este último al que desde mi situación en la otra orilla de los poderes establecidos, donde permanezco, no lo vestí de blanco sino que lo pinté hasta de torero junto a ciertos miembros de su cuadrilla. Y les di cera de la buena por todos los flancos, a través de mis tribunas de opinión, donde plasmaba en negro sobre blanco mi sentir y pensar, sobre ciertos de sus desafortunados procederes políticos.
No obstante, si Zapatero escondió la crisis. Mariano Rajoy, por su parte, al ser un creyente político del Partido Popular procedente de la rancia derecha española, saca sin ningún pudor a la luz sus promesas políticas incumplidas, haciendo un viraje desde la oposición al poder como del día a la noche, validando más que nunca la frase dicha por el diplomático y escritor español Diego de Saavedra Fajardo, siguiente: "Todo el estudio de los políticos se emplea en cubrirle el rostro a la mentira para que parezca verdad, disimulando el engaño y disfrazando los designios".
Siendo eso último, la sensación imperante en ciertas masas significativas del pueblo sobre Rajoy, y no precisamente sólo de la izquierda política, porque don Mariano presuntamente le robó la cartera a todos sus votantes. Prueba de ello, es que estando en la oposición política hasta hace dos telediarios, prometió que bajaría el IVA, pero cuando ha alcanzado el poder ha hecho todo lo contrario de forma injusta, dejando al pueblo honrado, contribuyente y trabajador sin plumas y cacareando en la más ruin de las miserias.
Provocando el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados, al anunciar los mayores recortes habidos en esta democracia. Que una vez finalizada la disertación, le tributaran sus palmeros una sonora ovación desde los escaños del hemiciclo. Menos mal, que Rajoy no era Manolete, porque lo hubieran sacado a hombros, y hasta hubiera sido vitoreado por los hambrientos leones apostados en la puerta principal de las Cortes.
Pero si lo anterior de la ovación a Rajoy levantó una gran polvareda, el exabrupto pronunciado por la diputada del PP, Andrea Fabra, "¡que se jodan!", emitido cuando su líder Mariano Rajoy anunciaba el recorte de las prestaciones a los desempleados, provocó no sólo indignación, sino mucho más en la población. Por ello, como la soberanía popular reside en el pueblo, a la que hay que joder por delante y por detrás con arreglo a derecho es a ella, obligándola a que cese no sólo como diputada del PP, sino de todos los cargos públicos que ostenta, al ser impresentable la actitud de esta señora. Pero no me es de extrañar su déspota y repugnante proceder, ya que es hija del presunto despilfarrador el insigne presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra. Consecuentemente, "de tal palo tal astilla".
En fin... debo templar las cuerdas de mi estilográfica, porque esta presunta gentuza no se merece el más mínimo respeto por mi parte, ya que son las partículas políticas malignas cancerigenas, que hacen que España se encuentre en igual o peor situación que en 1936.
La alarma provocada con en el anuncio de esos recortes y hechos adyacentes, provocaron tal malestar social en la población, que determinados funcionarios públicos, tras conocer que no percibirían la próxima paga de Navidad, fueron los primeros en mostrar espontáneamente su disconformidad. Saltando más protestas contra esas medidas recaudatorias, en el discurrir de las horas y días posteriores, siendo abucheados e increpados también determinados altos cargos políticos en determinados lugares, donde hicieron acto de presencia para inaugurar hasta una farola.
Pero si los funcionarios están que trinan, por pagar las consecuencias de tanto despilfarros y malas gestiones de ciertos políticos de este y anteriores gobiernos estatales, autonómicos y municipales. El resto de los trabajadores civiles y pensionistas agonizan, porque el PP ha agrandado enormemente las diferencias sociales. Con el agravante, además, que muchos de los que han provocado este desastre económico, político y social se irán de rositas, cuando lo más lógico sería que fueran todos procesados.
Y si algunas de las medidas anunciadas para recortar gastos ya han entrado en vigor, porque "nos encontramos en una situación extremadamente grave", según dijo Rajoy. Lo que debería haber hecho don Mariano, es utilizar sus tijeras recortándose así mismo de forma urgente, para después de forma express hacer lo propio con la Casa Real, eliminando a continuación el Senado por ser esa cámara inservible y parasitaria, así como, recortar de forma inminente el 30% de los concejales sobrantes. Pero si espera tres años para hacer esto último, me suena a camelo el anuncio del excelentísimo señor Rajoy del recorte previsto de concejales. |