...el dolor que sientes puede ser tan terrible y dispara emociones tan fuertes, que te darán miedo y te parecerán imposibles de soportar...
...o puede que no sientas tanto dolor como esperabas..., o que no sientas nada..., y es que estás bloqueado..., no enterarte muy bien de lo que pasa es una defensa de la mente para no romperse...
...puedes desesperarte, estar enfadado con todos y contigo mismo..., agresivo, irritable…, y sentirte celoso de otras parejas…, o culpable por no insistir más en que se cuidara; se lo dijiste tantas veces... y no te hizo caso..., e incluso experimentar alivio... porque finalmente ha dejado de sufrir..., y se acabó todo...
Tener estos sentimientos es lo normal en tus circunstancias, no eres un bicho raro ni te vas a volver loco…, eso sí serán unos sentimientos muy intensos y te vendrán a tirones... y cuando te sacuden parece que te partes de sufrimiento…, llora..., llora profunda y amargamente..., será un desahogo y el nudo de tu pecho se irá deshaciendo.
Continuamente te preguntarás ¿por qué?, ¿por qué ahora? que estabais tan bien..., lo teníais todo..., ella había empezado a cuidarse..., pre-jubilada… ¿por qué ella?, es injusto..., y todo sigue igual... Para todo esto nadie tiene respuestas..., pero quizás tu encuentres algún sentido a lo que te ha ocurrido..., o no.
La gente utilizará frases hechas del tipo de: “....bueno, mejor así, para como estaba…, te acompaño el sentimiento..., lo sentimos, pobrecita....”; o te pregunte: “¿como estás?...” y pienses: “... pues como voy a estar... mal…, como puedo estar si se ha muerto mi esposa, ¡mal!… ¡que cosas me preguntan…! No lo tengas muy en cuenta..., tiene su explicación: ¡¡¡la muerte nos apena tanto!!!
Quizás encuentres algo de alivio en hablar con otras viud@s o personas de tu entera confianza, o si escribes una carta a tu esposa, o le hablas a su foto, o escribes un diario sobre lo que te está ocurriendo, o preparas un álbum de fotos de cuando ella vivía...
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