Era ayer en la penumbra masajeando mi cuerpo con un aceite esencial de olor almizclado y canela
tus manos me recorrian espalda, cintura y nalgas y se movian serpenteantes mientras tu a horcajadas
transmitias tu calor sobre mi piel desnuda me quitaste el vestido para acariciarme mis pechos
erectos, suaves, tibios frotandote contra mi encendiendo mi deseo y susurrando en mi oido
palabras de amor lujurioso piel con piel rostro con rostro me gire hacia ti
Era ayer, en la penumbra con nuestros cuerpos desnudos acercandose mas y mas apasionados, enfebrecidos
mi sexo una fuente, el tuyo un halcón atrayendose, buscandose acoplandose perfectamente deslizandote dentro de mi
apretando casi con delicada furia mis pechos entre tus manos sintiendo el palpitar desbocado inmesos en el frenesí
bocas pegadas, mordiscos, besos dedos enredados en los cabellos mojada en ti, mojado de mi impetu vehemente, de amor entregado
dos mentes fundidas en un cuerpo estertores precursores de placeres tan deseados como intensos nos sacuden al mismo tiempo juntos sentimos nuestros flujos, la descarga placentera abrazados con tanta fuerza respiramos el mismo aire
y las bocas no se despegan y los cuerpos se mantienen unidos parece un sueño prohibido y fue ayer, en la penumbra