TU CUERPO QUE DESEO Y QUE RECHAZO...
Tu cuerpo que deseo y que rechazo mi voluntad domina. Como el vino mi mente turba, excita y reconforta. Después, saciado, siento oscuramente vergüenza del placer así logrado. Mas al cabo de un tiempo, tu apetencia resurge en mí acuciante y desespero y te busco si no te hallo cercana. No eres joven ni hermosa, sin embargo. Pero he de conseguirte nuevamente. A ti, aunque se me ofrezcan las más bellas. Y no me importa entonces el orgullo, vileza, sumisión o servilismo. Embriagarme en tu cuerpo es lo que importa. Mi voluntad domina. Como el vino que la garganta exige, imprescindible, necesito obtener, poseer tu cuerpo: esta dosis que viaja hacia mí mismo.
JOSÉ MARÍA FONOLLOSA
MARIPOSABLANCA
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