Dispepsia
Se conoce como dispepsia el dolor o molestia localizado en la parte superior y central del abdomen. Se trata de una dolencia leve, pero su incidencia, el desconocimiento de las causas que la provocan y la dificultad de aplicar un tratamiento, la convierten en muchos casos en un verdadero quebradero de cabeza.
El término dispepsia incluye también las digestiones pesadas, la hinchazón tras la comida, las náuseas y los vómitos. En algunas ocasiones es producida por enfermedades tales como una úlcera o, mucho menos frecuentemente, un cáncer de estómago, (se trata de la denominada dispepsia orgánica en la que hay una causa clara, identificada, que produce los síntomas). Sin embargo, en otros casos no existe una lesión que explique los síntomas, no hay ninguna enfermedad orgánica que justifique la sintomatologí a y todo es normal, salvo los síntomas que presenta el dispéptico (nos encontramos ante la dispepsia funcional).
Incidencia
Una enfermedad muy común. Entre el 60-70% de las dispepsias no tienen una causa orgánica y, por tanto, son consideradas como funcionales. Como es lógico, la intensidad de los síntomas es variable de unos pacientes a otros y tan sólo la tercera parte precisan acudir al médico para consultar sus dolencias.
El problema radica en que esta dolencia, aunque generalmente se produce de forma ocasional y aislada, puede llegar a hacerse crónica, se prolonga en el tiempo o se repite con frecuencia y, aunque no constituye un problema grave de salud, sí altera nuestra calidad de vida.
Causas
Quizás la mayor dificultad que entraña la dispepsia radica en el desconocimiento del mecanismo que la provoca, ya que no está bien identificado y se piensa que puede deberse a varios factores. Aunque las causas de la dispepsia funcional no se conocen por completo, se sabe que existen al menos tres mecanismos que están presentes en determinados pacientes:
1. Un vaciado lento de la comida del estómago.
2. Una falta de relajación del estómago al comer.
3. Un estómago que es excesivamente sensible, tanto a la distensión como a agentes químicos (por ejemplo, el ácido o las grasas), o a factores psicológicos.
Síntomas
Los síntomas pueden ser muy variados y adoptar diversas formas clínicas. Lo más característico de la dispepsia es el dolor o molestia en la parte alta del abdomen o por detrás del esternón. Se producen molestias después de las comidas como sensación de plenitud, de hinchazón abdominal, que suele ser más acentuada con las comidas grasas. Muchos sufren pérdida de apetito. Es muy frecuente que los dispépticos presenten ardor de estómago o pirosis. También son comunes las náuseas matutinas, a veces con vómitos que no producen alivio, ya que en algunos pacientes el dolor empieza por la mañana, cuando la persona se levanta, y en ocasiones perdura todo el día.
No todos los dispépticos tienen los mismos síntomas. En unos predomina el dolor nocturno que se calma con la ingesta de alimentos, lo que lo asemeja al de la úlcera gástrica, mientras que en otros son más acusados la sensación de hinchazón, los eructos y los movimientos deglutorios frecuentes, como si se tratase de una aerofagia. Otro grupo presenta molestias retroesternales, con ardores y la sensación de tener un nudo detrás del esternón, una sintomatologí a muy similar a la del reflujo gastroesofágico.
Tratamiento
Muchos pacientes no precisan ningún tratamiento farmacológico y no hay una terapia específica para esta dolencia. Además, en ocasiones el tratamiento puede ser desalentador, ya que a pesar de todas las medidas adoptadas y de los fármacos suministrados, el alivio puede ser escaso. Estos factores crean en ocasiones un gran desaliento en los dispépticos.
Tampoco existe una regla general en cuanto a la dieta a la seguir. Muchos pacientes relacionan sus síntomas con determinados alimentos pero estos varían de unos a otros. En términos generales se pude decir que hay que evitar las comidas abundantes, el alcohol, las grasas y los vegetales no digestibles, como la lechuga. Es conveniente hacer varias comidas a lo largo del día de menor cantidad, así como comer despacio y masticar adecuadamente.
Algunas pautas y recomendaciones generales para enfrentarse a la dispepsia funcional:
· Elimine de la dieta aquellos alimentos con los que usted ve que le aparecen más frecuentemente los síntomas.
· Coma despacio, mastique bien e ingiera poco líquido durante la comida para favorecer el procesamiento gástrico de los alimentos y facilitar la digestión. Es fundamental comer sin prisas, destinar tiempo para hacerlo con tranquilidad y evitar las situaciones de estrés, agitación, y ejercicio físico, antes y después de las comidas.
. Evite el tabaco, el alcohol y huya de las comidas copiosas.
. Coma con frecuencia y en pequeñas cantidades para favorecer el vaciamiento gástrico.
. Evite los alimentos excesivamente grasos así como los picantes, las especias y el exceso de fibra.
La sintomatologí a puede exacerbarse con los estados de estrés o tensión, por lo que en épocas en las que esté más ansioso, previa consulta con su médico especialista, puede ser útil que tome medicación para disminuir su ansiedad. Además, la dispepsia se da con más frecuencia en personas con ansiedad, neurosis, hipocondría, trastornos de personalidad, por lo que la psicoterapia de apoyo puede ser eficaz.