Detuve mi camino en la estación de tu nombre para tomar el tren que conduce a tu corazón. Y entre sábanas de seda susurré plegarias adorándote, amándote, entregándote todo mi ser.
Mientras en tus sueños quedita estacioné mi alma y sin darte cuenta llené tu vida con tal fervor que ni el más crudo invierno nos podría vencer.!
Por que amarte es una fiesta donde nuestras ansias encuentran cobijo y dulzor y no hay mayor regalo que aceptes y cuides nuestro amor.