Queriendo conquistar el aposento del alma, !que me tiene enamorada! que mira, y luego esconde su mirada, que me tiene atormentada, por dentro;
Paso la noche envela, y no llega con rapidéz a mi ventana, un silbido, que yo entienda... - Ábreme amor mio está la noche fría, y tú ¡que quemas!
Porciones del deseo que se contiene y sólo las comprende, un cuerpo en celo sin discutir cual es el miembro que hace estremecer mi cuerpo.
Yo sólo sé que me acuesto enamorada, y sueño con mi príncipe, montados a caballo, él, sujeta mi espalda; ¡disfruto galopando! y de pronto... ¡OH!.. me despierto mojada.
|