UNA REALIDAD SIN FUTURO
Con las manos manchadas del polvo de la vida nos encaminamos hacia el futuro. Sabemos el precio que pagamos en cansancio y soledad que entraña cada paso y nos resignamos conscientemente al peaje diario con que la insatisfacción nos roe las entrañas, dormidas por el vacío.
Sigue habiendo seres excéntricos con hambre de ideales pero no encuentran alimento. Los demás entregamos las conciencias a cambio de entretenimientos vacuos, no tener responsabilidad alguna y adormilarnos definitivamente con las fuerzas vencidas, sin esperanza de clase, ya doblegada en un totum revolutum donde el concepto de seguridad definitivamente ha triunfado.
Callamos, doblamos la cerviz y nos consumimos en nuestra propia cobardía, incapaces de avanzar a un mismo paso, hijos perdidos con ínfulas de burgueses a quienes doblegó su egoísmo, sometidos a la tiranía del consumo, sobornados y vendidos, dando la espalda a los desahuciados y eligiendo una realidad sin futuro.
TULIPAN
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