El millonario que revolucionó Mar del Plata le escapa al matrimonio y dispara: "No cambiaría ni la fama, ni mi fortuna por la infancia feliz que nunca tuve". Y es que en este momento se está cumpliendo el anhelo de toda su vida y todo parecería indicar que llegó para quedarse.
A
pocos días de estrenar su obra, Ricardo disfruta de su mansión, de su
playa propia y de la popularidad que no se agota. "El año pasado vine a
Mar del Plata por primera vez con Virginia y me fascinó esta ciudad. Yo
siempre leía Isidoro Cañones y cuando vi esto me dije ´quiero volver y ser el Isidoro Cañones de Mardel´, y se me está cumpliendo lo que quería y más".
Por
otra parte asegura que ya pudo demostrar que no sólo es un millonario
mediático, sino que tiene talento y sabe cantar y bailar. Y lo está
haciendo en cada oportunidad que se le presenta en la ciudad costera,
eventos a los que concurre con su novia Virginia Gallardo: "A Virginia
la amo, es mi media naranja, pero no me casaría. El matrimonio arruina la pareja.
Yo no necesito un papel, sí estoy enamorado, lo vivo. Pero es difícil
prometerle amor eterno porque ¿qué pasa sí en dos años me enamoro de
otra?", concluye un Ricardo famoso, contento, enamorado pero sin ganas
de casarse.