EEUU consternado por muerte de sus funcionarios en Ciudad Juárez
Estados Unidos sugirió el domingo la salida de familiares de sus diplomáticos en México tras los asesinatos de una funcionaria del consulado de Ciudad Juárez (norte), su marido, y el esposo de otra diplomática, en dos ataques perpetrados por el cartel de Juarez.
Alambre de púas rodea la base de una bandera estadounidense en el Campo, al este de San Diego, California, el 30 de julio de 2009. Pistoleros sin identificar asesinaron a un empleado del consulado de Estados Unidos en una ciudad fronteriza de México, junto a su esposa y a la esposa de otro funcionario consular, informó este domingo la Casa Blanca.
Estados Unidos sugirió el domingo la salida de familiares de sus diplomáticos en México tras los asesinatos de una funcionaria del consulado de Ciudad Juárez (norte), su marido, y el esposo de otra diplomática, en dos ataques perpetrados por el cartel de Juarez.
Las víctimas fueron identificadas como Lesley A. Enriquez, funcionaria del consulado, su esposo Redelfs Arthur Haycock, ambos estadounidenses, y el mexicano Jorge Alberto Salcido Ceniceros, casado con otra empleada consular.
Según las primeras indagatorias realizadas por la Procuraduría de Chihuahua junto con la fiscalía general, el Ejército mexicano y la Policía Federal, los sicarios de "Los Aztecas" fueron contratados para realizar este ataque por el grupo de "La Línea", considerado como "brazo operativo del cartel de Juárez".
La funcionaria consular y su esposo fueron asesinados a balazos el sábado delante de su hija pequeña en esa ciudad, informó el domingo un funcionario estadounidense en Washington. La hija sobrevivió al ataque sin lesiones, pero la mujer y su marido murieron.
En un ataque separado, fue asesinado el marido de otra funcionaria de la sede diplomática, de nacionalidad mexicana, añadió.
La víctima se encontraba en un auto con los dos hijos de la pareja cuando fue atacado. El hombre murió y los niños sufrieron lesiones. Su esposa se encontraba manejando otro auto cuando sucedió el ataque.
Las tres víctimas habían asistido a una reunión social la tarde del sábado y de regreso a sus domicilios ocurrieron los ataques, señaló la Procuraduría de Chihuahua, donde se localiza Ciudad Juárez.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se declaró "profundamente entristecido y ultrajado" por estos hechos, mientras que su par mexicano, Felipe Calderón, condenó los tres asesinatos y se comprometió a investigar para identificar y detener a los responsables.
Tras estos hechos, el Departamento de Estado autorizó a los diplomáticos que trabajan a lo largo de la zona fronteriza mexicana a sacar a sus familiares de la zona.
El Departamento autoriza "la salida de quienes dependen de los funcionarios del gobierno estadounidense de los consulados de Tijuana, Nogales, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, Monterrey y Matamoros hasta el 12 de abril", indicó un comunicado del Departamento de Estado.
"No se trata de una orden de salida, cada uno es libre de decidir él mismo si quiere irse o no", dijo a la AFP Fred Lash, un portavoz del Departamento de Estado.
Debido a los "recientes ataques violentos", Washington también aconsejó a los ciudadanos estadounidenses a retrasar los viajes innecesarios a Durango, Coahuila y los estados de Chihuahua".
Por su parte, un comunicado de la Cancillería mexicana lamentó "profundamente los asesinatos".
La ciudad fronteriza Ciudad de Juárez, con 1,3 millones de habitantes, es el principal terreno de batalla en la guerra de los carteles mexicanos por el control del tráfico hacia Estados Unidos. Más de 2.600 personas fueron asesinadas el año pasado en crímenes vinculados al narcotráfico.