TU ... Señor, Señor, Tú antes, Tú después, Tú en la inmensa hondura del vacío y en la hondura interior. Tú en la aurora que canta y en la noche que piensa; Tú en la flor de los cardos y en los cardos sin flor.
Tú en el cénit a un tiempo y en el nadir; Tú en todas las transfiguraciones y en todo el padecer; Tú en la capilla fúnebre, Tú en la noche de bodas; ¡Tú en el beso primero, Tú en el beso postrero!
Tú en los ojos azules y en los ojos oscuros; Tú en la frivolidad quinceañera y también en las grandes ternezas de los años maduros; Tú en la más negra sima, Tú en el más alto edén.
Si la ciencia engreida no te ve, yo te veo; si sus labios te niegan, yo te proclamaré. Por cada hombre que duda, mi alma grita: "Yo creo" ¡y con cada fe muerta, se agiganta mi fe! AMADO NERVO
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