CUANDO NO ESTAS...
Es tu ausencia un cruel quebranto trae grises pensamientos, en inútiles intentos de que no me duela tanto.
Pena que me lleva el sueño… Una mueca es la sonrisa de dolor que profetisa la tardanza de mi dueño.
Sola vago por la noche, enrollada en el silencio, es la pena que evidencio de este tiempo de derroche.
Nuestra luna ya no brilla… El anhelo se adormece, el febril deseo crece, el pensamiento martilla.
La luz del sol ya no entibia y me corroe un frio inmenso, cuando azota el viento intenso hiela el alma y la lascivia.
Pero cuando, ¡por fin llegas! tan apasionadamente, ígneo, amante, ferviente mi sensualidad despliegas .
Y tu cuerpo incandescente atraído por la hembra en celo, satisface todo anhelo como amante plenamente.
Irene Vergara
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