

Y yo te sigo buscando.
Te he buscado entre las cañas
de la acequia de la huerta
donde te gustaba estar
a la sombra de la higuera.

Te he buscado entre los chopos
y cañas, en la ribera
del río, donde bañabas
tu cuerpo de piel morena.

Te he buscado entre los juncos
que crecen en la vereda
de las fuentes del barranco,
donde nace el agua fresca.

Te he buscado por los bosques,
donde sentada en la hierba,
solías leer tus libros
junto a la cabaña vieja.

Te he buscado junto al lago
en lo alto la pradera,
donde cogías las flores
con tus manos de princesa.

ME DISTE TU AMOR UN DÍA
SIN QUE YO TE LO PIDIERA,
después desapareciste
sin dejar de ti ni huella.

Por eso te estoy buscando
a cuestas con mi alma en pena,
pues me dejaste tirado
al borde de tu cuneta.

¡Por qué me dejaste así
sin decirme adiós siquiera,
habiéndome dado a mí
la flor de tu primavera?

Recuerdo de tus amores,
es lo que ahora me queda,
y la esperanza de verte
si de nuevo aparecieras.

Surge de la oscuridad
donde para mí te encuentras,
porque yo sigo buscando,
hasta que tú aparezcas.

Y yo te sigo buscando.


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