Hoy me puse a pensar. Se habla mucho del amor y se escriben muchas
cosas sobre el amor. Por ejemplo: Cualquiera que sea la pregunta, la respuesta es el amor.
Cualquiera que sea el problema, la respuesta es el amor.
Cualquiera que sea la enfermedad, la respuesta es el amor.
Cualquiera que sea el dolor, la respuesta es el amor.
Cualquiera que sea el miedo, la respuesta es el amor.
El amor siempre es la respuesta porque
el amor es todo lo que existe.
Este texto es hermoso y te deja pensando en cosas
lindas. Peroooooo. ¿Hasta que punto lo usamos
realmente? ¿hasta que punto lo uso yo?
Madre Teresa de Calcuta decía varias cosas del amor:
El amor, para que sea auténtico, debe costarnos.
Nosotros queremos un amor fácil, tranquilo y que no
tengamos que hacer nada (bueno eso nos vende la
televisión sobre el amor). Y el amor va más allá
del amor romántico. Pero como nos cuesta verlo.
El egoísmo es mas fuerte. Pedimos sin querer dar,
o damos esperando recibir ó esperamos
recibir y luego damos. ¿Eso es amor?
Dar hasta que duela y cuando duela dar todavía más.
Nadie quiere dar hasta que duela, darlo todo, dar
de más, dar y dar. Como nos cuesta eso, pero si
esperamos que nos den. Pero si todos queremos que
nos den y nadie quiere darlo todo, todo el amor.
¿Como podremos recibir si nadie da?
El amor no puede permanecer en sí mismo. No tiene
sentido. El amor tiene que ponerse en acción.
Esa actividad nos llevará al servicio. Y el amor que damos a nuestra pareja, hijos, amigos,
compañeros de trabajo y la gente con que nos
cruzamos cuantas veces no la ponemos en acción.
Muchas veces el amor no lo dejamos salir de nosotros
por miedo, y muy pocas las volvemos acciones concretas
para la gente que amamos porque nos da flojera, o estamos
cómodos o esperamos que nos den. el amor hay que
transformarlo en servicio a los demás: en nuestra casa,
en nuestro hogar, nuestra pareja y nuestros compañeros
de trabajo. ¿Lo hacemos? es difícil porque muchas
veces no salimos de nosotros mismos. Muchas veces basta una palabra, una mirada, un gesto
para llenar el corazón del que amamos. Pequeñas acciones q transforman el corazón.
¿las hacemos? o nos da flojera o somos cómodos. Hay una cosa muy bonita: compartir la alegría de amar. Compartir es la clave, al tener nuestro corazón
lleno de amor, amamos con alegría y la compartimos. Todo esto es tan lindo, tan bello pero son solo
palabras hermosas sino las convertimos en acción.
y esto es tan real, único y valido para todos los
sectores de nuestra vida: pareja, hijos, amigos, trabajo y país. Si en nuestro corazón no hemos cultivado el amor
no es posible cultivarlo en nuestra familia, en nuestra
pareja, en nuestro trabajo y en nuestro país. Escribirlo es muy fácil, leerlo también. lo realmente
difícil es ponerlo en práctica. es demasiado
dificil pero es demasiado hermoso.
Yo no podría decir que cumplo lo que escribí arriba,
por eso para mi es un cuestionamiento, y un compromiso
de ponerlo en práctica. Y claro serán muchas las veces
que no actue con amor porque el egoísmo es mas fuerte,
pero por lo menos ya estoy consciente y al no actuar
con amor me daré cuenta, recapacitaré y volveré a empezar.
No importa cuantas veces comience, no importa,
porque lo seguiré intentando cada día. Y cuando aprendamos a amar, y tener el corazón
lleno de amor, tendremos el país que todos
queremos, y no tendremos que luchar por pensar
diferente, porque todo habrá cambiado por el amor.
pero mientras eso pasa tendremos que pararnos
todas las mañanas, reflexionar las veces que no
actuamos con amor, proponernos hacerlo y
actuar. Convertir el amor en acción.
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