Van mojados mis suspiros al sentirme así, deseada, en el rumor de tu río que va corriendo en mis aguas. Deseos tan cristalinos de mi alma enamorada, vestida de carne y hueso, con naturaleza humana.
Exacerbas mis sentidos y se despiertan las ansias, cuando al mirarme, te miro, cuando al besarme me abrazas, se aceleran mis latidos, se desatan las amarras liberada entre tus pliegues, la timidez es bonanza.
Como hoja temblorosa me acurruco entre tus brazos sabiendo que encontraré en tu cuerpo mi remanso, vibraré en tus montañas y entre tu lava fogosa, y en tus labios sentiré, un volar de mariposa.
Esparces en ella el polen con tus mágicas caricias llevándola por la senda donde viven las delicias, convertida en la mujer, que se siente tu Afrodita cincelada entre tus manos con tu pasión infinita.
Es natural este amor por el deseo que abrasa, al leño entre la hoguera, a mis alas en las ganas, de volar cual mariposa saliendo de su capullo susurrándote al oído, que mi amor es todo tuyo.