Sed de amores tenía...
Sed de amores tenía, y dejaste que la apagase en tu boca, ¡piadosa samaritana! Y te encontraste sin honra, ignorando que hay labios que secan y que manchan cuanto tocan. ¡Lo ignorabas..., y ahora lo sabes! Pero yo sé también, pecadora compasiva, porque a veces hay compasiones traidoras, que si el sediento volviese a implorar misericordia, su sed de nuevo apagaras, samaritana piadosa. No volverá te lo juro; desde que una fuente enlodan con su pico esas aves de paso, se van a beber a otra.
Rosalia de Castro
15.07.10
|
|
|
|
|