
CuerpoLe Bel Amour

Dos palomas yo vi que se encontraron cruzando los espacios y al resbalar sus alas se tocaron... Cual por magia tal vez, al roce leve las dos se estremecieron, y un dulce encanto, indefinible y breve, en sus almas sintieron. Y torciendo su marcha en un momento al contemplarse solas, se mecieron alegres en el viento como un cisne en las olas. Juntáronse y volaron unidas tiernamente, y un mundo nuevo a su placer buscaron y otro más puro ambiente. Y le hallaron al fin, y el nido hicieron en blanda cama de azucena y rosas, y en ella se adurmieron con las libres y blancas mariposas. Y al despertar sus picos se juntaron, y en la aurora luciente sus caricias de amor se retrataron como sombra riente. Y en nubes de oro y de zafir bogaban cual ondulante nave en la tranquila mar, y se arrullaban cual céfiro süave. Juntas las dos al declinar del día cansadas se posaban, y aun los besos el aura recogía que en sus picos jugaban. Y así viviendo inmarchitables flores sus días coronaron, y nunca los amargos sinsabores sus delicias turbaron.
Rosalia de Castro

22.07.10
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