LIBANDO EN TU PIEL
Musitándote mi amor
te circundan mis palabras,
tan henchidas de pasión,
ingrávidas y delicadas,
como pompas de jabón.
Y con ternura sin igual,
como liviana mariposa,
con inefable suavidad,
mis labios besan y se posan;
provocan, acarician, rozan;
destilan cual abeja miel,
sobre los poros de tu piel.
Y en total éxtasis envuelto,
cambiando mis deseos por virtudes,
ahuyentando penas e inquietudes,
alejo todos los recuerdos
de la tortura por tu ausencia,
y juzgo mis anhelos ciertos,
sintiendo eterna tu presencia.
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