Eres necesidad ilusionante, la auténtica esperanza de mi vida, mi ineludible sino y mi alegría.
Mi alma sensible, cual abierta herida, ansía ese balsámico ungüento, que mi doliente espíritu precisa y suavizar esta ansiedad que siento, por conseguir gozar tu compañía.
Amarte y desearte sin medida... ¡Es lo único que con pasión pretendo! Es mi verdad sublime perseguida... ¡La fuerza capital de mi deseo!