Reflexion.
Si el mundo y la vida fueran comprensibles
la facultad de razonar sería totalmente inútil.
¡Cuán corta es la distancia entre la desilusión y el miedo!
¿Solidaridad sin riesgo? : ¡compasión!
Es más disimulable el valor que la debilidad.
Cómo es de fácil acicalar a la cobardía con la máscara del orgullo.
La aliada natural del desespero es la incertidumbre.
Así como todo lo que se quiere no se consigue
así todo lo que se consigue no siempre se ha querido.
La modernidad favorece más a la comodidad que a la elegancia.
Los celos no son expresiones de amor o inseguridad,
los celos son la fibra más sensible del sentido de propiedad.
El rostro de la ingratitud carcome el alma tatuada por el interés.
Perder luchando es ya de por sí ganar un poco.
La angustia comienza cuando comprendemos
que tenemos la obligación de vivir.
La forma más fácil de manejar una desilusión
es ofrendándole nuestra resignación.
Para mantener oculto un pecado éste debe cometerse con alguien
a quien le cause el mismo remordimiento.
La mejor manera de reconfortarse, engañándose
es pensando que todo pudo ser peor.
Lo que no nos deja ser es el valor social a que estamos obligados
si queremos ser.
Cuando dejamos de soñar es cuando empezamos a vivir a media máquina.
El miedo, en vez de entorpecer, afina nuestros sentidos.
Vivir es sufrirse.
¿Y si tomáramos cada día de vida como si fuese el último día
de lo que nos queda por vivir?
Aunque la desesperación no provenga del miedo
termina pareciéndose a él.
El sentido común no se manifiesta ni en la mente ni en el alma
el sentido común se manifiesta en los actos.
A veces el mundo es sólo un enorme cementerio de oportunidades.
Después de sentirse mal, nunca se puede estar peor.
La imaginación es la gran instigadora de nuestra voluntad.
German Uribe.