*No haga paradas ni pausas; el tiempo no regresa. Emprenda nuevos sueños, si es su deseo; culmine los que haya comenzado.
*Utilice ese maravilloso lubricante para la artrosis y las articulaciones que es el ejercicio físico, el movimiento.
*No deje que se le adormezcan las neuronas. Lea, discuta, intercambie opiniones.
*No crea que todo lo aprendió en la vida. Escuche y atienda a los demás, especialmente a los jóvenes. Sin pedantería, muéstreles que usted fue como ellos o muy parecido a ellos. Insinúeles que sin detenerse, inexorablemente, su tiempo tiende a alcanzar la misma dimensión por la que usted transita. De nuestros hijos aprendemos tanto o más que lo que nos dejaron por herencia nuestros padres y de lo que nosotros mismos descubrimos a los ojos de estos.