Dios, Cómo Te Amo
 

Tiempo de cosecha... la vendimia comenzó,
manojo de esperanzas y ramito de ilusión;
sueños y verdades acariciando las alas del destino,
parada en el dintel de una filosa espera...



El fruto anhelado es ansiedad simulada,
mañana que no llega y ayer que ya pasó.
El cóndor peregrino no deja de volar,
como el juglar andariego siempre tiene un pasar;
su ruta es infinita como los rayos de sol.
Poeta de versos profanos... no dejes de rimar!



Tiempo de mirar atrás desde la altura,
momentos rescatados del silencio,
en que el trovero despojado de su alforja
se encuentra con su propia desnudez;
un cúmulo de sentires despoblados,
desvestidos de eternos disimulos.



Tiempo de entender cada suspiro,
extender nuevas simientes de esperanza
y envolver con ternura el corazón...



La vendimia comenzó,
y el poeta de estrofas paganas
prepara para la cosecha,
manojo de esperanzas y ramito de ilusión.

 

Ninfa Duarte

13.12.10