Con todo mi cariño, te mando la receta
de la Navidad: juntemos varias medidas
de ilusión, una pizca de amistad y
un gesto de ternura.
Horneemos la mezcla con un ánimo paciente. Envolvámosla con risas, luces y canciones.
Y finalmente, ofrezcámosla con el corazón.