No hay ninguna duda que nuestra trayectoria en el lugar que
vivimos depende exclusivamente de nosotros.
Sentirnos bien es una decisión que debemos tomar para disfrutar de la vida y ser
mejores personas con nuestro prójimo. Sólo una persona feliz puede transmitir alegría a
sus semejantes, sino sería una mentira poco creíble.
La solidaridad, la vocación, el arte, la lectura de un buen libro, deleitarse con la mejor
de las melodías, viajar al lugar en el mundo de tus sueños o simplemente
una conversación desopilante con tus amigos, pueden ser algunas de las
opciones para sentirnos bien, para marcar la diferencia con esa rutina que
a veces parece absorbernos.
No esperemos a hacer una lista de las cuestiones pendientes en nuestra vida.
Comencemos ahora y disfrutar
de una vida sana y solidaria.