El Museo Arqueológico, sito en la histórica Casa de Castril, que a su vez se erige en la Carrera del Darro, una de las calles con más historia y leyenda de la ciudad, alberga una serie de hallazgos y de documentaciones que transportarán a su visitante a lo largo de siglos de Historia, desde los primeros asentamientos, cuando la Granada de hoy no era más que dos pequeños embriones urbanísticos separados por el río Darro.