La Décadense
Vida aldeana
Iremos por los campos, de la mano, a través de los bosques y los trigos, entre rebaños cándidos y amigos, sobre la verde placidez del llano,
para comer el fruto dulce y sano de las rústicas vides y los higos que coronan las tunas. Como amigos partiremos el pan, la leche, el grano.
Y en las mágicas noches estrelladas, bajo la calma azul, entrelazadas las manos, y los labios temblorosos,
renovaremos nuestro muerto idilio, y será como un verso de Virgilio vivido ante los astros luminosos.
Juana de Ibarbourou
09.02.11
|