APRENDE A VIVIR CON MENOS...
Con frecuencia , nos vemos inmersos en una
carrera por conseguir
cosas que quizás no necesitamos. Dedicamos mucho
esfuerzo a alcanzar ciertas cosas perdiendo de vista
la esencia de la felicidad. Dedicamos muchísimo tiempo y esfuerzo a acumular.
Acumulamos dinero, posesiones, aplausos,
poder y, en ocasiones hasta personas. Tener nos obsesiona, nos preocupa y nos angustia:
“¿Qué debo hacer para tener aquello?”,
“¿Es suficiente lo que tengo?”, “¿Debo tener más?”,
“¿Y si pierdo lo que tengo? No sólo queremos tener sino
que además creemos que cuanto más tengamos, mejor. Todo esto conduce a dos situaciones: por un lado,
la gran cantidad de tiempo que gastamos en correr detrás
de las cosas que no nos deja tiempo para vivir; y
por otro lado, cuando encontremos el tiempo para usar
lo conseguido, lo viviremos intranquilos a causa del miedo
que nos da perder algo de todo eso.
A veces, nos vemos obligados a ocuparnos tanto de
cuidar las cosas que poseemos que parece que son
las cosas las que nos poseen a nosotros. Y es que, vivimos
con la idea de que tener más nos abre nuevas
posibilidades, pero lo único cierto es que podemos
terminar presos de nuestras propias posesiones. La clave radica en perder la urgencia de querer que
sea ya. El deseo puede movilizarnos para trabajar
en determinada dirección, pero querer tenerlo
“todo y ahora” se parece más a la
ansiedad que al deseo sano.
Si perdemos de vista que las cosas materiales sólo
son medios y las tomamos como fines en sí mismos,
terminaremos corriendo una carrera que no tiene fin.
Sin embargo, si nos ocupamos de nuestro
desarrollo personal, podremos seguramente
hacer más y mejor, de forma novedosa y original, en
el sentido de que el origen seremos nosotros mismos.
Mis queridas amigas hay un refran que dice
que la avaricia rompe el saco.....
AUTOR: MARIA
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