Yo no sé porque, hoy me siento diferente.
Siento que no soy la misma,
que despierta la mujer qué en mi dormía...
Mis sueños se convierten en deseos.
Tómame entre tus brazos,
con ese amor tan fuerte y espontáneo,
tan dulce, tan volcánico que emana de tu piel...
Ven, conoce mi cuerpo de pies a cabeza,
posa tus ojos en mi, mírame,
ya no soy la niña que antes fui.
Tu perfume me embruja sin piedad
provocándo una erótica sensación,
ejerciéndo en mi, una fuerza de deseo
y pasión absoluta.
Desnúdame, amor... poco a poco,
con la pasión de tu mirada.
Bésame, dáme de beber tu miel.
Acaríciame, que tus manos
me inciten a entregarme a ti...
Es mucha la intranquilidad que siento
y que me inquieta al sentir tus labios
recorrer mi piel desnuda.
Susúrrame, un "te amo"...
Acaricia mi cuerpo siguiendo su diseño,
dáme tu pasión, paso a paso y muy lento...
Entreguémos todo sin pensar en más que tú y yo.
Haz de ésta niña una mujer,
y vuélveme a besar...
que tu lamento y mi lamento
se oigan al mismo instante.
Sigámos un mismo ritmo, un deseo...
Dáme todo para ser feliz y así
fundirnos cuerpo a cuerpo, piel a piel,
Así... solos tú y yo.
Autora: Maria Alejandra V.
Princesa.