Honor
Honro el Cristo de mi ser con cada pensamiento y acción.
Jesús atraía multitudes dondequiera que iba porque la gente buscaba aprender de este Maestro supremo, sanador, compasivo y pacificador. ¿Cómo honro y aprendo del Cristo de mi ser?
Primeramente, reconozco la sabiduría del Cristo en mí, esta me guía a tomar decisiones saludables y benevolentes. Miro al espejo y sonrío. Aprecio el cuerpo que me ayuda a llevar la luz del Cristo al mundo.
Dios también desea que yo sea un maestro, un sanador y un pacificador. Expreso mis talentos y busco maneras para ser una presencia para bien en el mundo. Con cánticos de alabanza, palabras de agradecimiento y actos de amor, honro el Cristo de mi ser.
Tomaron ramas de palmera y salieron a recibirlo, y clamaban: “¡Hosana! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!”—Juan 12:13
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