Que Tiempo Tan Feliz
Preludio a un texto en prosa
venir de alguna parte que no es parte de ninguna, del cuarto lado de ese triángulo que forman las dos cervezas y la chica rubia, en este pub de Chelsea. Simplemente: queremos tanto a Glenda.
Las papas fritas huelen a pescado y el pescado no huele: esquives y situaciones, estas líneas, el barman pelirrojo y los Pink Floyd, cada cosa desplaza lo vecino, lo empuja a pulirse y brillar como el niño que brota de mujer. Pero no hay como, aqui: las cosas son lo que son porque son otras.
Sólo sé que respiro, y que queremos tanto a Glenda.
Julio Cortázar
31.05.11
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