Iba Pepito paseando por la calle con un tarro de mermelada en la mano y se encuentra con un amigo: -Hola Pepito, ¿Me das un poco de mermelada? -No puedo porque una mitad es mía y la otra de mi hermano, contesta Pepito. -Pues dame de la tuya, dice el amigo. -No es posible, porque la mía es la de abajo, indica Pepito.
Resulta que un tipo vuelve a su casa después de haber estado con su amante y mientras se estaba arreglando, se ve un terrible rasguño. Preocupado el tipo entra a la casa y justo ve pasar al gato, entonces le pega una terrible patada y el gato sale volando y gritando: ¡Miaaauuuuu! Entonces, viene la mujer corriendo y le dice: -Pero, querido, ¿Qué pasó? -Nada, este gato que me atacó y me rasguñó. -Sí, mi amor, mátalo, mátalo, que a mí me dejó un terrible chupón en el cuello.
Moisés tuvo que incluir un mandamiento más, sabiendo que en el mundo existirían las suegras. No Molestar.
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