Desde la cama me ordenas:
-¡Ven!... de una vez.
No puedo resistirme, no quiero resistirme. Me incitas al caos y tomas el control de mi cuerpo y de mi alma solo con decir que vaya hacia donde te encuentras. Tengo miedo de ti, tengo miedo de tus intenciones, pero mi miedo solo es comparable con el calor que recorre mi cuerpo, así que, atravieso el cuarto oscuro y la luz de la luna que se asoma por la ventana me deja ver tu cuerpo desnudo enredado en las sábanas de mi cama.
-¿Qué quieres?- digo con miedo, con la voz quebrada mientras mi cuerpo tiembla de pies a cabeza. -¿otra vez tú?, ¿acaso no me dejaras en paz?... ¿qué quieres?- (mi mirada no puede evitar clavarse en tus curvas, esas que me vuelven loca, que me hacen desearte de manera salvaje).
-Volví por ti, porque me perteneces…- dices con toda seguridad y con tu sonrisa traviesa.
Me estremezco, tiemblo…es que te tengo miedo hasta en sueños, con tu voz tan sensual logras que me ponga de rodillas a tus pies con las palabras que mis oídos quieren escuchar, entonces de eso te aprovechas y sin esfuerzos te apoderas de mí.
Me extiendes tu mano derecha y me invitas a la cama en donde estas con una sonrisa encantadora, una sonrisa que hace suspirar a cualquiera y que en ese instante solo yo podía apreciarla, me regalas una mirada pícara, de esas que usas y sabes que me encanta.
-¿Qué esperas mi vida?... no me hagas sufrir más…dame la mano.
Te doy la mano y con delicadeza me halas hacia ti, me tomas en tus brazos y me dejas ver tu sonrisa, tus ojos verdes, tu mirada con la luz de la luna tan profunda y tan llena de tus ganas. Me abrazas y siento el calor de tu cuerpo, me siento el ser más protegido sobre la tierra, me enloquezco cuando te siento respirar profundo y aspirar el olor de mi cabello. Al fin, me besas…no hay sensación más placentera…un beso de tus labios. Sentirte así me pone el corazón a mil.
Solo un beso tuyo implica entrar al paraíso, te abrazo y nos fundimos en un beso que nos deja sin aliento. Me recuestas en la cama y me despojas de la poca ropa que separa a tu piel de la mía.
-te amo, te amo mi amor… abrázame, tengo frío… - te susurro al oído.
Me abrazas y al mismo tiempo te pones sobre mí y siento tu cuerpo y el mío juntos. Dios!!!... que frío tengo. Que sensación mas extraña, calor y frio a la vez. Me besas, tus labios no dejan de recorrerme, siento como deslizas tus manos por todo mi cuerpo, tus dedos dibujando en mi piel.
Es impresionante todo lo que con un par de cosas puedes hacer… me tienes a tu merced y yo no quiero escapar. Te paras unos minutos en mi cuello, y me besas, me muerdes. Sigues bajando…recorres mis pechos con tus labios invitándome a viajar hacia el infinito, haciendo que tu lengua me provoque mil sensaciones mientras humedece mis pechos.
Todo mi cuerpo se eriza y tú… bajas a mi vientre dejando en mi abdomen rastros con tu saliva. Sigues hasta llegar a donde quieres, me mata sentir tu respiración en mi entrepierna, me exalto, me desespero…hasta que… con tu boca, con tu dulce boca, haces milagros en mi cuerpo, mientras no dejas de mirarme, y decir "te amo"…te dedicas a lamer, morder, succionar, besar.
… mi corazón va a salir por la ventana, y solo quiero sentirte, cada vez más, y más…
Soy de tu pertenencia, soy de ti en cuerpo y alma. Cuando te das cuenta de cómo late mi corazón, es cuando me posees… ahí…Así… si más preámbulos.
Mi calor aumenta con tus gemidos y con tus impulsos. Te pones sobre mí y empezamos a luchar, la una contra la otra, siento que muero y entro al cielo cuando siento tu sexo húmedo y caliente, sobre el mío.
Quiero ganar, quieres ganar… nos rozamos la una contra la otra, cada más fuerte y mas rápido.
Te aferras a mi, me tomas por las caderas, me haces separar aún más mis piernas y es cuando siento que pronto llegarás…
Si respiro profundo puedo apreciar como mi aliento se hace humo, de tanto frio, pero mi cuerpo esta ardiendo contigo sobre mi. Te mueves rápido, más rápido que nunca… nos abrazamos fuerte mientras que escucho tus locos e incontenibles gemidos… me gritas que soy solo tuya. De pronto, de un momento a otro siento como llega…
- Ahhh!!!!!
- Mmmm!!! Ohhhh!!
- te amo!
- Si…Pero después… te irás… como siempre, y me quedaré sola…
- ¿sola?- sonríes y me miras…- nunca estarás sola, que no ves que me encanta colarme a tu habitación por la ventana?
- Te amo mi vida, te amo
- Te amo, y si no puedo meterme en tu habitación… me voy a meter en tus sueños.
El frío se apodera de toda la habitación, me siento sola, una ráfaga de viento entra por la ventana y estremece las sábanas, las cortinas… algo se cae al suelo… y…
No lo puedo creer… todo fue un sueño, me despierto en mi cama, lo único que recorre mi cuerpo es la sábana. Me levanto rápido, como si estuviera buscándote, pero en mi camino solo encuentro la ventana abierta…
Cierro la ventana y regreso a la cama…sola, en esta cama donde te soñé, en esta cama donde te amé, en mis sueños…fue tan real, te sentí aquí conmigo! Te sentí mía, mi amante, mi mujer.
Me duermo resignada con lágrimas en los ojos y con el frio, que ni en sueños puede desaparecer…a menos que vengas tú y me des la mano y tu calor.